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martes, 14 de enero de 2014

PAZ



Paz
Autor: Padre Ignacio Larrañaga


¡ Señor !
¡ Colma de esperanza mi corazón
y de dulzura mis labios!
Pon en mis ojos la luz que acaricia y purifica,
en mis manos el gesto que perdona.

Dame el valor para la lucha,
compasión para las injurias,
misericordia para la ingratitud y la injusticia.

Líbrame de la envidia
y de la ambición mezquina,
del odio y de la venganza.

Y que al volver hoy nuevamente
al calor de mi lecho, pueda,
en lo más íntimo de mi ser,
sentirte a Tí presente.
Amén.

VENDRÁ LA PAZ

Vendrá la paz


Si tú crees que una sonrisa
es más fuerte que un arma,
Si tú crees que lo que une a los hombres
es más fuerte que lo que los separa,
Si tú crees en el poder de una mano extendida,
si tu crees que ser diferente es una riqueza
y no un peligro, entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor,
Si tú sabes preferir la esperanza a la sospecha,
Si tú estás persuadido
que te corresponde tomar
la iniciativa antes que el otro,
Si todavía la mirada de un niño
llega a desarmar tu corazón, entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si tú puedes alegrarte del gozo de tu vecino,
Si la injusticia que golpea a los otros te indigna
tanto como la que tú puedes sufrir,
Si para ti el extranjero es un hermano,
Si tú puedes dar gratuitamente
un poco de tu tiempo por amor, entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si tú sabes aceptar que el otro te preste su ayuda,
Si tú compartes tu pan
y sabes dar con el un pedazo de tu corazón,
Si tú crees que el perdón
consigue más que la venganza,
Si tú sabes cantar la felicidad de otro
y bailar su alegría... entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si tú puedes escuchar al desdichado
que te hace perder tu tiempo
y entretenerlo con una sonrisa,
Si tú sabes aceptar la crítica
y hacer que te sea provechosa
sin rechazarla ni defenderte,

Si tú sabes acoger y aceptar
un punto de vista diferente al tuyo,

Si tú rehúsas a darte golpes por tus culpas
en el pecho de otros entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si para ti el otro es ante todo un hermano,
Si para ti la cólera es una debilidad,
no una manifestación de fuerza,
Si tú prefieres ser herido
antes de hacer daño a alguien,
Si tú no te sientes tan importante que
después de ti el Diluvio entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

Si tú alcanzas y te colocas al lado del pobre
y del oprimido sin creerte un héroe,
Si tú crees que el amor es la única fuerza de disuasión,
Si tú crees que la paz es posible, entonces

¡VENDRÁ LA PAZ!

sábado, 7 de septiembre de 2013

COMO PARTICIPAR DE LA JORNADA DE AYUNO Y ORACIÓN POR LA PAZ


7 DE SETIEMBRE - PAZ POR SIRIA


Autor: SS Francisco | Fuente: Catholic.net
¡Queremos ser hombres y mujeres de paz!
Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz.

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días! 

Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que sube de todas partes de la tierra, de todo pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: ¡es el grito de la paz! El grito que dice con fuerza: ¡queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz; nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! 

La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado. Vivo con particular sufrimiento y preocupación las tantas situaciones de conflicto que hay en nuestra tierra, pero, en estos días, mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos que se presentan. 

Dirijo un fuerte llamamiento por la paz, ¡un llamamiento que nace de lo íntimo de mí mismo! ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha traído y trae el uso de las armas en aquel martirizado país, especialmente entre la población civil e inerme! 

¡Pensemos en cuantos niños no podrán ver la luz del futuro! Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas: les digo que tengo aún fijas en la mente y en el corazón las imágenes terribles de los días pasados! 

¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia! 

Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que miren al otro como un hermano y emprendan con coraje y con decisión la vía del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición. 

Con la misma fuerza exhorto también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras por la paz en esa nación, basadas en el diálogo y en la negociación, por el bien de la entera población siria. Que no se ahorre ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a quien está afectado por este terrible conflicto, en particular a los evacuados en el país y a los numerosos prófugos en los países vecinos. Que a los agentes humanitarios, empeñados en aliviar los sufrimientos de la población, se les asegure la posibilidad de prestar la ayuda necesaria. 

¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el Papa Juan: a todos nos corresponde la tarea de recomponer las relaciones de convivencia en la justicia y en el amor (Cfr. Carta encíclica, Pacem in terris [11 abril de 1963]: AAS 55 [1963], 301-302). ¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! 

Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad. 

Repito con voz alta: no es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino la cultura del encuentro, la cultura del diálogo: éste es el único camino hacia la paz. 

Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz. 

Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad. 

El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19:00 y hasta las 24:00, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo. 

¡La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de escuchar palabras de esperanza y de paz! 

Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención. 

A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor. Ella es Madre: que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar también este momento difícil y a empeñarnos a construir cada día y en todo ambiente una auténtica cultura del encuentro y de la paz. 

María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! Todos: María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! 

jueves, 1 de agosto de 2013

LA PAZ


LA PAZ

La paz. Que palabra tan importante. La paz es lo que todos buscan y no lo saben. La paz interior, el tesoro mas grande que podemos tener, no viene en cápsulas. El estrés, que es la ausencia de paz interna, puede causar tensión alta, bocio, migrañas, artritis, enfermedades del corazón, ulceras gastrointestinales, y todo tipo de enfermedades mentales. La paz con Dios puede curar estas enfermedades.

Los médicos pueden prescribir fármacos pero no pueden hacer mucho sobre la causa que genera las enfermedades, especialmente si no se trata el espíritu que es el componente más importante.

Paz. Que palabra tan importante. Hablamos de la paz interior, no la ausencia de guerra. Aunque esto es también una guerra, en el corazón.

La Biblia tiene mucho que decir sobre la paz. Nosotros tenemos mucho que aprender sobre esta palabra.
Donde hay estrés no hay paz. La falta de paz interior es la causa # 1 de casi todos nuestros problemas de salud. Esto parece una exageración pero si se analiza detenidamente a la luz de la palabra de Dios, vemos que el conseguir tener paz duradera es el beneficio más grande que podemos alcanzar en esta vida. Ninguna otra cosa se puede comparar con ella.

Pero la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento no es tan fácil conseguirla.

 Filipenses 4:6-7 dice:
“Por nada estéis afanosos (ansiosos, preocupados) sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, con toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la PAZ DE DIOS, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

Necesitamos más que una píldora para los problemas de estrés en los que se encuentra el hombre que ha perdido todos sus ahorros en la crisis económica, para la mujer que ha sido abandonada por su marido, y para el hombre que maquina por la noche en su cama como va a vengarse del que es responsable de sus problemas.

 Dios prometió al pueblo judío que si andaban en obediencia a sus estatutos los protegería de toda enfermedad, cosa que la medicina moderna no puede prometer con todas sus medidas preventivas.

“Y Moisés clamó a Yahve, y Yahve le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Yahve tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, NINGUNA ENFERMEDAD DE LAS QUE ENVIÉ A LOS EGIPCIOS TE ENVIARÉ A TI; porque yo soy Yahve tu sanador.

 Hoy día tenemos no una epidemia, sino una pandemia de problemas psiquiátricos causados por vivir una vida ignorando las leyes de Dios. El fruto y beneficio más grande que resulta de tener una relación con Dios por medio de la fe en su Hijo Jesucristo, es la paz.

 El problema principal que tienen los que sufren de depresión, de ansiedad, de tensión, de temores infundados, etc. es la falta de paz. El hombre no se da cuenta de que la conciencia pesa mucho. Está inconsciente del papel que esta juega en todos estos problemas físicos. Pero el subconsciente es muy real.

 La Biblia dice:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
 Pero hay buenas noticias. Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a traernos la paz.

 En Juan 14 leemos:
 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay. Voy a preparar lugar para vosotros y volveré y os llevaré allí”.

 ”La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Juan 14:6

“Yo soy en camino…”

”El que a mí viene, no le echo fuera. Venid a mi para que tengáis vida en abundancia”.
Palabras de Jesucristo. Palabras de vida. Jesucristo es el camino a la paz duradera.

viernes, 21 de junio de 2013

COMO CONQUISTAR LA PAZ INTERIOR


Cómo conquistar la paz interior

Hay personas que atraen, que sin querer ser el centro de la atención la captan con facilidad, con las que es agradable compartir, con las que uno se siente desde el principio como en familia; que tienen “un algo” que les hace amables (es más fácil quererles o amarles); estas personas tienen una característica común: la alegría.

Es que, cuando uno está cerca de alguien alegre te la pasas bien, no sólo por que nos hace reír, sino por que ve la vida con optimismo y eso es contagioso. No me refiero a los que se pasan haciendo bromas, algunas pesadas, a los que a veces hieren a quienes están a su alrededor para mostrar lo ingeniosos que son o a los que a veces “caen mal” por querer hacerse los chistosos o los demasiado simpáticos. No, me refiero a una actitud un poco más pasiva, pero que se nota enseguida, a las personas que transmiten paz. Para los que transmiten paz parecería que los problemas no existen, o que por lo menos no son tan graves. Y una persona que transmite paz está siempre feliz, siempre con una sonrisa en los labios, eso refleja algo que lleva dentro. Refleja la paz interior.

Yo me imagino a Jesús así. Siempre con una sonrisa, siempre con una palabra amable, dando ánimos y pasándola bien con los que están a su alrededor. Por eso, si viste la película de la Pasión de Mel Gibson, estarás de acuerdo conmigo de que la mejor escena es el flash back de cuando Jesús juega con su madre. 

Ese sentido de alegría constante, de paz es algo que atrae mucho a las personas. Pero cual es el secreto para conquistar esa paz. Quisiera comentar brevemente dos textos que nos pueden ayudar a buscar este significado:

1 Me escribes y copio: "Mi gozo y mi paz. Nunca podré tener verdadera alegría si no tengo paz. ¿Y qué es la paz? La paz es algo muy relacionado con la guerra. La paz es consecuencia de la victoria. La paz exige de mí una continua lucha. Sin lucha no podré tener paz". 

Este sencillo punto de camino nos pone ante una realidad bien clara, no se puede tener verdadera alegría sino se tiene paz. Desde este punto de vista, se ve cómo la paz del espíritu no puede ser resultado de un equilibrio, de hacer un mix entre “las cosas que nos gustan” y las cosas de Dios. Es más bien la realización de una tarea que empeña toda la vida, como es la lucha por llegar a nuestro último fin, llegar a Dios. 

La vida del hombre es un camino que puede llegar a distintos puertos, a distintos finales. Lo importante es que nuestro camino termine en Dios. Pero, durante este caminar debemos luchar contra algunos espejismos que se nos presentan agradables y atractivos, pero que nos conducen hacia la angustia y el miedo, que nos separan de nuestra meta. Estos espejismos son los del placer, los del culto al propio yo, los de la sensualidad o los de la pereza, que nos apartan del verdadero camino y de la verdadera fuente de la paz interior: el amor a Dios. 

El amor a Dios, que es nuestro último fin, no sólo corrige el apego a estos espejismos, falsos o aparentes, sino que llena y satisface todas las inclinaciones humanas, llenando el corazón de paz y de alegría. 

2 Nos interesa destacar el secreto de la insondable alegría que Jesús lleva dentro de sí y que le es propia. Es sobre todo el evangelio de san Juan el que nos descorre el velo, descubriéndonos las palabras íntimas del Hijo de Dios hecho hombre. Si Jesús irradia esa paz, esa seguridad, esa alegría, esa disponibilidad, se debe al amor inefable con que se sabe amado por su Padre. 

Podemos decir que Jesús tiene esa paz por que se sabe amado por su Padre, y por un Padre que es Todopoderoso. Y es que, quien puede tener miedo de algo cuando cuentas siempre con un Padre que te puede sacar adelante frente a cualquier problema, a cualquier dificultad. Si, como dice San Pablo, todo lo que sucede es para el bien de los que aman a Dios. Cómo perder la paz ante las contrariedades si todo lo que me pasa lo quiere Dios, si además ese Dios no me pide que gane todas las batallas sino simplemente que ponga lo mejor de mi. Sí, Dios sólo nos pide una buena voluntad. Y basta. Si tenemos buena voluntad se contenta con cualquier resultado. 

La paz cristiana procede del abandono en Dios, de arrojar sobre El todas las preocupaciones, tomando a cambio el yugo de su mansedumbre y humildad. El Señor es el único que puede dar la paz: «no os la doy, como la da el mundo» Jn 14,27, porque efectivamente nada ni nadie la puede quitar, porque es sobrenatural, fruto de la sabiduría de las cosas del espíritu, donación del Espíritu Santo, y anticipo de la paz y descanso perfecto, lleno de felicidad, del cielo.

Podemos decir que la paz interior incluye, en primer término, el conocimiento y la aceptación de sí mismo: de la propia realidad actual -en sus aspectos positivos y negativos, deslucidos y brillantes-, y de los vínculos -condicionamientos, derechos y deberes legítimos- libremente contraídos en el pasado. Pero la paz también comporta una visión prometedora y segura del propio futuro. Por eso, se le oponen la actitud de descontento habitual ante la vida, así como la incertidumbre del porvenir. Podemos terminar con la frase de la escritura que tantas veces nos repitió Juan Pablo II: “No tengáis miedo”, ni al presente ni al futuro que si nos decidimos a servir a Dios siempre encontraremos esta paz.


1 San Josemaría, Camino, No. 308
2 Pablo VI, Exhortación Apostólica GAUDETE IN DOMINO

domingo, 5 de febrero de 2012

INVITACIÓN A LA PAZ 2

 INVITACIÓN A LA PAZ 2

Hablar mucho de paz puede ser un indicio de falta de paz. También el sediento  repite sin cesar la palabra "agua", porque la necesita.
¡Ojalá que mi insistencia y la tuya por vivir en paz sea una aspiración sincera de armonía con Dios, con nosotros mismos y con la naturaleza.¡
¡Ojalá que no sea una palabra una falta de paz¡

LA PAZ...


sábado, 4 de febrero de 2012

INVITACIÓN A LA PAZ 1

 INVITACIÓN A LA PAZ 1

Las palabras se pueden entender mal. Uno grita: "justicia" y está hablando de venganza. Otro anuncia: "Amor", pero solo se trata de egoísmo.

La vida de una persona es la mejor interpretación de sus palabras.

También la palabra "Paz" es ambigua. Lo pertinente no es preguntar si hablas de paz, sino si vives la paz. Sólo viviéndola, tiene sentido la paz.

Vive de moddo que todos entendamos tu palabra de paz. Y nos contagie la realidad de tu paz.

lunes, 29 de agosto de 2011

CAPSULAS DE PAZ...

CAPSULAS DE LA PAZ

Tomen las capsulas de la paz...
Vitaminas de amor,
Aspirinas de Fe...
Sedantes de paciencia...
dense baños de alegria...
Dosis de tolerancia,
Consuman la vitamina A..con amor
desde el corazon....

Hagan ifusiones de cariño...
"te" de comprension...
y por ultimo..a la hora de dormir...
tomen una taza de elixir de "oracion"
y agreguenla una cucharadita de gratitud.

Bendiciones..


(Acuerdate de recomendar la medicina a otros)

domingo, 21 de agosto de 2011

SI DESEO VIVIR EN UN MUNDO DE PAZ

SI DESEO VIVIR EN UN MUNDO DE PAZ...

Si deseo vivir en un mundo de paz, entonces debo asegurarme de ser una persona pacífica.
Sea cual sea el comportamiento de los demás, yo estoy en paz en mi corazón.
Declaro la paz en medio del caos y la locura.
Rodeo de paz y amor todas las situaciones difíciles.
Envío pensamientos de paz a todas partes del mundo donde hay problemas.
Si deseo que el mundo mejore, es necesario que cambie mi forma de verlo.
Me dispongo a ver la vida de una manera muy positiva.
Sé que la paz comienza con mis propios pensamientos.
Cuando tengo pensamientos pacíficos, me conecto con personas de mentalidad pacífica, y juntos contribuimos a traer paz y abundancia a nuestro mundo.

(Louise L. Hay)

viernes, 10 de junio de 2011

PAZ

Paz
Autor: Ángel Luis Martín


Pasó la tormenta,
Apareció el arco iris.
Voló la paloma.
En torno a una mesa,
Una oración...
La paz es don.
Juntos rezan,
El diálogo y el perdón,
Pidiendo a Dios.
Que la dinamita sea la oración,
Que el cañón sea el amor,
Que el final sea el amor,
Que el final sea el perdón.

martes, 17 de mayo de 2011

DIEZ CLAVES PARA LA PAZ

Diez claves para la paz
(Autor desconocido)

1. Mira a todos con respeto y benevolencia.

2. No hables mal contra nadie, no condenes a ninguna persona a ningún grupo, a ningún pueblo, a ninguna institución.

3. Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para comenzar una vida nueva cada día.

4. Desea simplemente la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el gozo de la fraternidad y del servicio.

5. Trata de simplificar los problemas en vez de agrandarlos; no acumules las sombras, busca en todo los resquicios de luz y los caminos de la esperanza.

6. Ten el valor de negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, apártate de los que enseñan y practican el odio, la venganza, el amedrentamiento y la violencia.

7. Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de convivencia, de misericordia y de consuelo.

8. Apoya a los que trabajan sinceramente por la paz, en la verdad, libertad y justicia.

9. Dedica algún tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad, esperanza y generosidad.

10. Pide a Dios que te dé el espíritu de la sabiduría de la bondad, de la fortaleza y de la generosidad para ser instrumento de su bondad y de su amor en un mundo renovado donde todos podamos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la fraternidad.

sábado, 26 de marzo de 2011

LA DULCE PAZ

La dulce paz

En este mundo hay tantas personas llenas de amarguras y frustaciones que hacen sentir mal a todo el que tenga el infortunio de pasar por su lado.

No permitas que a ti te roben la paz, esa dulce quietud que concede Dios a los suyos y que tanto envidia el enemigo de las almas. Ninguna tormenta de ira satánica puede perturbar la calma del que está a cuentas con Dios.

Los impíos no pueden tener paz, las pasiones del corazón del hombre sin Dios son como furiosas tormentas, pero no importa cuán feroz sea la tempestad, quien se vuelve a Jesús clamando: "¡Señor, sálvame!" encuentra quietud, una gracia maravillosa que aquieta las contiendas de la pasión humana y amor abundante en el que el corazón encuentra descanso.

¡Cuántas veces hemos acudido a nuestro Salvador en medio de una
tempestad abrumadora, y hemos sentido que nos ha tomado en sus brazos inundándonos de Su bendita paz! Una experiencia gloriosa que da testimonio de la verdad de Sus promesas: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en tí persevera". Isa. 26:3. Tomás de Kempis decía: "El que sabe mejor padecer tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo".

"Reemplazaremos la violencia y la guerra con las armas más poderosas: El Amor y la Paz"

jueves, 25 de noviembre de 2010

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