Páginas

miércoles, 4 de noviembre de 2020

LAS CUATRO CLASES DE PERDÓN



 Las cuatro clases de perdón

Sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura.


 

1. Perdonarse a uno mismo.

Hay situaciones que producen una desilusión de nosotros mismos.

Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan.

Esta clase de fallas requieren de un auto-perdón.

Sé libre hoy de tus propias fallas. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa propensa a fallar existe en todos los seres humanos.

Perdonarte reconociendo tus errores es un acto de humildad.

Perdonarte a ti mismo te hará depositar la confianza en Dios para recibir la fortaleza y no volver a fallar.


2. Perdonar a otros

Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque la falta de perdón te auto-esclaviza.

Te lastimas a ti mismo cuando no perdonas, mientras el ofensor no se percata de tus sentimientos.

Tu falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona. ¡Sé libre perdonando!

Este es un mundo con injusticias, con seres humanos que tienen libre albedrío.

Pero serán libres y felices quienes cruzan la barrera del perdón.

Quienes saben perdonar y olvidar, poseen una virtud suprema.

Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar.

Esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes.

Confiesa el perdón con tus labios, ¡Hazlo y serás libre por siempre!

 

3. Perdonar a Dios

Si, así como lo lees, perdonar a Dios.

Esta es muchas veces una actitud inconsciente.

¿Acaso Dios se equivoca? No, en absoluto.

Pero nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en algunas ocasiones.

Es que nuestra mente y percepción espiritual son demasiado pobres y estrechas como para comprender la magnitud de algunas cosas.

 

4. El Perdón De Dios

Además de fallarnos entre nosotros mismos, también fallamos muchas veces a Dios.

Él es el creador de todo y juez del universo.

Y Dios, a pesar de ser juez no se complace en juzgar, sino en perdonar.

Dios es amor, no tiene amor… ES AMOR. Por eso su naturaleza es perdonar las fallas de sus hijos. No importa lo que hayas hecho, Dios te perdona.

Donde hay verdadero arrepentimiento, hay un perdón de Dios asegurado.

Algunos preguntan: ¿Dónde está Dios que no lo veo?

Pero Dios ya se hizo visible en la persona de Jesús, su Hijo. Quién vino a perdonar.

La misión de la venida de Cristo a la tierra fue esta: Perdón.

El dijo antes de Morir: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

Es una dicha muy grande saber que Dios nos perdona cuando se lo pedimos.

Dios respondió con perdón ante las fallas de La humanidad. Envío a su Hijo para que seamos perdonados y aceptados.

La solución es Jesús, el Hijo de Dios, quién murió en la agonizante cruz para derramar su sangre inocente.

Y la sangre pura e inocente de Cristo es la que nos brinda la limpieza de todos nuestros pecados cuando creemos en Él.

Recibe hoy el perdón de Dios. 

PAPA FRANCISCO INVITA A IMITAR LA HUMILDAD DE SAN CARLOS BORROMEO, 4 DE NOVIEMBRE



 Papa Francisco invita a imitar la humildad de San Carlos Borromeo

Redacción ACI Prensa

 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



Al finalizar la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco invitó a los fieles a imitar la virtud de la humildad de San Carlos Borromeo.

El Santo Padre recordó que este 4 de noviembre la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Carlos Borromeo, “pastor diligente enteramente dedicado al bien del pueblo”.

En esta línea, el Pontífice exhortó a imitar la virtud de este gran Arzobispo de Milán quien eligió como lema la humilitas (humildad).

“Que la humildad constituya la actitud con la cual busquen y sirvan la Verdad y el Bien”, añadió el Papa.


Breves datos biográficos

San Carlos Borromeo nació en Italia el 2 de octubre de 1538 en el seno de una familia noble. Su tío fue el Papa Pío IV quien lo hizo ocupar altos cargos eclesiásticos, llegando a ser Arzobispo de Milán y Cardenal.

Participó en la organización y desarrollo del Concilio de Trento, haciendo una importante contribución desde la secretaría de Estado.

San Carlos se puso al cuidado de los enfermos durante la peste que se propagó en Milán de 1576 a 1578. Fue el organizador del clero y las órdenes religiosas que salieron al encuentro, en medio de la dificultad, de todos los que estaban enfermos y necesitaban asistencia médica y espiritual. Borromeo atendió personalmente a cientos de moribundos, y fue gestor de la ayuda económica a ellos y sus familias.

Murió en la noche del 3 al 4 de noviembre de 1584.

Fue canonizado por Pablo VI el 1 de noviembre de 1610.

ORACIÓN A SAN CARLOS BORROMEO



 Oración a San Carlos Borromeo


¡Oh! insigne padre de los pobres San Carlos Borromeo,

ángel de la caridad para enfermos y necesitados,

y para todos modelo de fe, de humildad, 

de pureza, de virtudes,

y de constancia en el sufrimiento.


Empleaste todos tus dones

para la mayor gloria de Dios,

y para la salvación de los hombres,

siempre con un sacrificio total,

hasta el punto de ser víctima

de tu bondadosa entrega.


Concede a nosotros, tus devotos,

firmeza en nuestros propósitos,

fuerte espíritu de sacrificio 

y tenacidad y constancia,

para el bien de nuestras vidas, almas y mente. 


Amén

HOY CELEBRAMOS A SAN CARLOS BORROMEO, 4 DE NOVIEMBRE



 4 de noviembre

SAN CARLOS BORROMEO

Obispo


San Carlos cuyo nombre significa "hombre prudente" ha sido uno de los santos extraordinariamente activos a favor de la Iglesia y del pueblo que sobresale admirablemente. San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy en serio aquella frase de Jesús: "Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará", murió relativamente joven porque desgastó totalmente su vida y sus energías por hacer progresar la religión y por ayudar a los más necesitados. Decía que un obispo demasiado cuidadoso de su salud no consigue llegar a ser santo y que a todo sacerdote y a todo apóstol deben sobrarle trabajos para hacer, en vez de tener tiempo de sobra para perder.

Nació en Arjona (Italia) en 1538. Desde joven dio señales de ser muy consagrado a los estudios y exacto cumplidor de sus deberes de cada día. A los 21 años obtuvo el doctorado en derecho en la Universidad de Milán. Un hermano de su madre, el Cardenal Médicis, fue nombrado Papa con el nombre de Pío IV, y éste admirado de sus cualidades nombró a Carlos como secretario de Estado. Más tarde, renunció a sus riquezas, se ordenó de sacerdote, y luego de obispo y se dedicó por completo a la labor de salvar almas.

San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo con 3,000 catequistas y 40,000 alumnos.

Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios seminarios. Fue amigo de San Pío V, San Francisco de Borja, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio y San Andrés Avelino y de varios santos más.

Murió cuando tenía apenas 46 años, el 4 de noviembre de 1584. En Arona, su pueblo natal, le fue levantada una inmensa estatua que todavía existe.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 4 DE NOVIEMBRE DEL 2020 - SAN CARLOS BORROMEO



 4 de noviembre de 2020

Si alguno quiere seguirme

Santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33. Miércoles XXXI del Tiempo Ordinario



Por: Leonardo Garzón, LC | Fuente: www.somosrc.mx



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.


Cristo, Rey nuestro.

¡Venga tu Reino!


Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, que te conozca para poder amarte y que te ame para poder seguirte.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33


En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:

“Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Porque, ¿Quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’.

¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz.

Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo”.

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Hoy, Cristo nos invita a preguntarnos qué significa ser su discípulo. Nos ha estado formando y ahora nos lo hace ver, y nos pregunta para que nosotros podamos decidir qué queremos hacer. Ante las prescripciones enunciadas por Cristo podemos ver, a primera vista, que es muy difícil y hasta radical lo que Él pide, pero no hay que malinterpretar lo que dice la Escritura porque Dios, de hecho, quiere que le demostremos nuestro amor a través de nuestros padres, esposos, hijos y hermanos; porque lo que Él quiere es que aprendamos a amarlos como Dios los ama.

La otra parte de la que habla Cristo es el tomar la cruz. Todos sufrimos, sea en cosas grandes o pequeñas, la diferencia que podemos hacer es en cómo vivimos estos momentos difíciles; nos puede iluminar contemplar cómo lo hizo Dios. Esto es darle sentido al sufrimiento sabiendo que una vida sin esta actitud es insoportable, el que no vive amando hasta en el sufrimiento, le es muy difícil continuar viviendo.

Estos dos elementos son la base de la vida del cristiano. Los podemos resumir como poner a Dios en el lugar indicado, que sería en el centro de nuestras vidas, para de ahí, iluminar todas nuestras obras, pensamientos y actitudes. Todo para amar más a Dios y comunicar este amor a los demás, para que también otros puedan encontrarlo y amarlo.

Y a ti, ¿Cómo te pide Dios seguirlo amando más y tomar tu cruz hoy, en las circunstancias en las que te encuentras?

«La vida nueva que el Señor nos propone resulta incómoda y se transforma en sinrazón escandalosa para aquellos que creen que el acceso al Reino de los Cielos sólo puede limitarse o reducirse a los vínculos de sangre, a la pertenencia a determinado grupo, clan o cultura particular. Cuando el “parentesco” se vuelve la clave decisiva y determinante de todo lo que es justo y bueno se termina por justificar y hasta “consagrar” ciertas prácticas que desembocan en la cultura de los privilegios y la exclusión —favoritismos, amiguismos y, por tanto, corrupción—. La exigencia del Maestro nos lleva a levantar la mirada y nos dice: cualquiera que no sea capaz de ver al otro como hermano, de conmoverse con su vida y con su situación, más allá de su proveniencia familiar, cultural, social “no puede ser mi discípulo”. Su amor y entrega es una oferta gratuita por todos y para todos».

(Homilía de S.S. Francisco, 8 de septiembre de 2019).




Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.


Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Demostrarles a mis seres queridos cómo los ama Dios con un acto concreto.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.


¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 4 DE NOVIEMBRE DEL 2020

 

Teresa Manganiello, BeataTeresa Manganiello, Beata
Terciaria Franciscana, 4 de noviembre
Vidal y Agrícola, SantosVidal y Agrícola, Santos
Protomártires boloñeses, Noviembre 4
Emerico de Hungría, BeatoEmerico de Hungría, Beato
Principe, Noviembre 4
Francisca de Amboise, BeataFrancisca de Amboise, Beata
Religiosa Carmelita, Noviembre 4
Amancio, SantoAmancio, Santo
Obispo de Rodez, Noviembre 4
Felix de Valois, SantoFelix de Valois, Santo
Trinitario, Noviembre 4
Elena Enselmini, BeataElena Enselmini, Beata
Virgen Clarisa, Noviembre 4
Carlos Borromeo, SantoCarlos Borromeo, Santo
Obispo de Milán, 4 de noviembre