Páginas

jueves, 27 de agosto de 2020

EN BUSCA DE DIOS




En busca de Dios



¡Te necesito, Señor!, 
porque sin ti mi vida se seca. 
Quiero encontrarte en la oración, 
en tu presencia inconfundible, 
durante esos momentos en los que el silencio 
se sitúa de frente a mí, ante ti. 
¡Quiero buscarte! 
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que tú has creado; 
en la trasparencia del horizonte lejano desde un cerro, 
y en la profundidad de un bosque 
que protege con sus hojas los latidos escondidos 
de todos sus inquilinos. 
¡Necesito sentirte alrededor! 
Quiero encontrarte en tus sacramentos, 
En el reencuentro con tu perdón, 
en la escucha de tu palabra, 
en el misterio de tu cotidiana entrega radical. 
¡Necesito sentirte dentro! 
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres, 
en la convivencia con mis hermanos; 
en la necesidad del pobre 
y en el amor de mis amigos; 
en la sonrisa de un niño 
y en el ruido de la muchedumbre. 
¡Tengo que verte! 
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser, 
en las capacidades que me has dado, 
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí, 
en mi trabajo y mi descanso 
y, un día, en la debilidad de mi vida, 
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.

Amén.

UN ÁNGEL A TU LADO ✝❤


Un ángel a tu lado


Que siempre tengas un Ángel a tu lado
velando por ti en todo lo que hagas,
recordándote que debes seguir creyendo
en días más luminosos encontrando la
forma para que tus deseos y tus sueños,
te lleven a lugares mas bellos.
Dándote esperanza, que es mas confiable
que el sol, otorgándote la fuerza de
la serenidad como guía.

Que siempre tengas un Ángel a tu lado,
alguien que te sostenga si te caes
estimulando tus sueños, inspirándote
felicidad, tomándote de la mano y
ayudándote a superar las dificultades.
Todos los días nuestras vidas se
encuentran en permanente cambio,
las lágrimas aparecen tanto
como las sonrisas.

A lo largo de los caminos recorridos, que la
distancia sea más placentera que solitaria.
Que recibas dones que nunca terminen,
alguien maravilloso a quien amar y un
amigo del alma en quien confiar.
Que siempre aparezca el arco iris
después de la tormenta y que 
siempre te abrigue la esperanza.

Ojalá siempre tengas amor, consuelo, aliento
y que siempre haya un Ángel a tu lado!

No hay montaña demasiado alta de escalar,
si tu crees que puedes llegar a la cima !
No hay río demasiado ancho de atravesar,
si tienes Fe en Dios y en tí !

OREMOS POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS


TE ROGAMOS SEÑOR POR EL AUMENTO DE LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS.
POR LA PERSEVERANCIA DE LOS SEMINARISTAS.

INFINITAMENTE SEA ALABADO, MI JESÚS SACRAMENTADO

HOY CELEBRAMOS A SANTA MÓNICA, MADRE DE SAN AGUSTÍN, 26 DE AGOSTO


Santa Mónica
Madre de San Agustín
27 de agosto



Santa Mónica, Madre de San Agustín, nació en Tagaste (África del Norte) a unos 100 km de la ciudad de Cartago en el año 332.

Sus padres encomendaron la formación de sus hijas a una mujer muy religiosa y estricta en disciplina. Ella no las dejaba tomar bebidas entre horas (aunque aquellas tierras son de clima muy caliente ) pues les decía : "Ahora cada vez que tengan sed van a tomar bebidas para calmarla. Y después que sean mayores y tengan las llaves de la pieza donde esta el vino, tomarán licor y esto les hará mucho daño." Mónica le obedeció los primeros años pero, después ya mayor, empezó a ir a escondidas al depósito y cada vez que tenía sed tomaba un vaso de vino. Más sucedió que un día regañó fuertemente a un obrero y éste por defenderse le gritó ¡Borracha ! Esto le impresionó profundamente y nunca lo olvidó en toda su vida, y se propuso no volver a tomar jamás bebidas alcohólicas. Pocos meses después fue bautizada (en ese tiempo bautizaban a la gente ya entrada en años) y desde su bautismo su conversión fue admirable.

Su esposo

Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad pero sus padres dispusieron que tenía que esposarse con un hombre llamado Patricio. Este era un buen trabajador, pero de genio terrible, además mujeriego, jugador y pagano, que no tenía gusto alguno por lo espiritual. La hizo sufrir muchísimo y por treinta años ella tuvo que aguantar sus estallidos de ira ya que gritaba por el menor disgusto, pero éste jamás se atrevió a levantar su mano contra ella. Tuvieron tres hijos : dos varones y una mujer. Los dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor Agustín, la hizo sufrir por varias décadas.

En aquella región del norte de Africa donde las personas eran sumamente agresivas, las demás esposas le preguntaban a Mónica porqué su esposo era uno de los hombres de peor genio en toda la ciudad, pero que nunca la golpeaba, y en cambio los esposos de ellas las golpeaban sin compasión. Mónica les respondió : "Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando él grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto entrar en pelea, pues....no peleamos". Patricio no era católico, y aunque criticaba el mucho rezar de su esposa y su generosidad tan grande hacia los pobres, nunca se opuso a que dedicará de su tiempo a estos buenos oficios.y Quizás, el ejemplo de vida de su esposa logro su conversión. Mónica rezaba y ofrecía sacrificios por su esposo y al fin alcanzó de Dios la gracia de que en el año de 371 Patricio se hiciera bautizar, y que lo mismo hiciera su suegra, mujer terriblemente colérica que por meterse demasiado en el hogar de su nuera le había amargado grandemente la vida a la pobre Mónica. Un año después de su bautizo, Patricio murió, dejando a la pobre viuda con el problema de su hijo mayor.

San Agustín

Patricio y Mónica se habían dado cuenta de que Agustín era extraordinariamente inteligente, y por eso decidieron enviarle a la capital del estado, a Cartago, a estudiar filosofía, literatura y oratoria. Pero a Patricio, en aquella época, solo le interesaba que Agustín sobresaliera en los estudios, fuera reconocido y celebrado socialmente y sobresaliese en los ejercicios físicos. Nada le importaba la vida espiritual o la falta de ella de su hijo y Agustín, ni corto ni perezoso, fue alejándose cada vez más de la fe y cayendo en mayores y peores pecados y errores.



Cuando murió su padre, Agustín tenía 17 años y empezaron a llegarle a Mónica noticias cada vez más preocupantes del comportamiento de su hijo. En una enfermedad, ante el temor a la muerte, se hizo instruir acerca de la religión y propuso hacerse católico, pero al ser sanado de la enfermedad abandonó su propósito de hacerlo. Adoptó las creencias y prácticas de una la secta Maniquea, que afirmaban que el mundo no lo había hecho Dios, sino el diablo. Y Mónica, que era bondadosa pero no cobarde, ni débil de carácter, al volver su hijo de vacaciones y escucharle argumentar alsedades contra la verdadera religión, lo echó sin más de la casa y cerró las puertas, porque bajo su techo no albergaba a enemigos de Dios.

La visión esperanzadora

Sucedió que en esos días Mónica tuvo un sueño en el que se vio en un bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo, Se le acercó un personaje muy resplandeciente y le dijo "tu hijo volverá contigo", y enseguida vio a Agustín junto a ella. Le narró a su hijo el sueño y él le dijo lleno de orgullo, que eso significaba que ello significaba que se iba a volver maniquea, como él. A eso ella respondió: "En el sueño no me dijeron, la madre irá a donde el hijo, sino el hijo volverá a la madre". Su respuesta tan hábil impresionó mucho a su hijo Agustín, quien más tarde consideró la visión como una inspiración del cielo. Esto sucedió en el año 437. Aún faltaban 9 años para que Agustín se convirtiera.

En cierta ocasión Mónica contó a un Obispo que llevaba años y años rezando, ofreciendo sacrificios y haciendo rezar a sacerdotes y amigos por la conversión de Agustín. El obispo le respondió: "Esté tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas". Esta admirable respuesta y lo que oyó decir en el sueño, le daban consuelo y llenaban de esperanza, a pesar de que Agustín no daba la más mínima señal de arrepentimiento.

A los 29 años, Agustín decide irse a Roma a dar clases. Ya era todo un maestro. Mónica se decide a seguirle para intentar alejarlo de las malas influencias pero Agustín al llegar al puerto de embarque, su hijo por medio de un engaño se embarca sin ella y se va a Roma sin ella. Pero Mónica, no dejándose derrotar tan fácilmente toma otro barco y va tras de él.

Un personaje influyente

En Milán; Mónica conoce al santo más famoso de la época en Italia, el célebre San Ambrosio, Arzobispo de la ciudad. En él encontró un verdadero padre, lleno de bondad y sabiduría que le impartió sabios. Además de Mónica, San Ambrosio también tuvo un gran impacto sobre Agustín, a quien atrajo inicialmente por su gran conocimiento y poderosa personalidad. Poco a poco comenzó a operarse un cambio notable en Agustín, escuchaba con gran atención y respeto a San Ambrosio, desarrolló por él un profundo cariño y abrió finalmente su mente y corazón a las verdades de la fe católica.

La conversión tan esperada

En el año 387, ocurrió la conversión de Agustín, se hizo instruir en la religión y en la fiesta de Pascua de Resurrección de ese año se hizo bautizar.

Agustín, ya convertido, dispuso volver con su madre y su hermano, a su tierra, en África, y se fueron al puerto de Ostia a esperar el barco. Pero Mónica ya había conseguido todo lo que anhelaba es esta vida, que era ver la conversión de su hijo. Ya podía morir tranquila. Y sucedió que estando ahí en una casa junto al mar, mientras madre e hijo admiraban el cielo estrellado y platicaban sobre las alegrías venideras cuando llegaran al cielo, Mónica exclamó entusiasmada: " ¿ Y a mí que más me amarra a la tierra? Ya he obtenido de Dios mi gran deseo, el verte cristiano." Poco después le invadió una fiebre, que en pocos días se agravó y le ocasionaron la muerte. Murió a los 55 años de edad del año 387.

A lo largo de los siglos, miles han encomendado a Santa Mónica a sus familiares más queridos y han conseguido conversiones admirables.

LA AUDIENCIA GENERAL PRESIDIDA POR EL PAPA FRANCISCO VOLVERÁ A CELEBRARSE CON FIELES


La Audiencia General presidida por el Papa volverá a celebrarse con fieles
POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa
Foto: Vatican Media




Los fieles podrán volver a asistir a la Audiencia General presidida por el Papa Francisco a partir del próximo miércoles 2 de septiembre, según informó la Sala de Prensa del Vaticano.

La Audiencia General se celebrará con todas las medidas sanitarias decretadas por las autoridades vaticanas, en coordinación con las autoridades italianas. No obstante, en vez de celebrarse en la Plaza de San Pedro, se celebrará en el Claustro de San Dámaso del Palacio Apostólico.


La hora del comienzo de la Audiencia no se modificará, seguirá siendo a las 9:30 de la mañana (hora de Roma) y aquellos que quieran asistir deberán presentarse a las 7:30 en el Portone di Bronzo, bajo el brazo derecho de la columnata de Bernini.

La Audiencia General con fieles en la Plaza de San Pedro se celebró por última vez el 4 de marzo. A partir del 11 de marzo se suspendieron como medida de prevención contra la pandemia de coronavirus. Desde entonces, las Audiencias se han celebrado en privado en la Biblioteca del Palacio Apostólico.

El Claustro de San Dámaso es el principal claustro del Palacio Apostólico. Es el lugar donde se recibe a los jefes de Estado, a los presidentes de gobierno y primeros ministros, a los embajadores y a los Obispos en visita ad limina. Es también el lugar donde se celebra la ceremonia de juramento de los nuevos reclutas de la Guardia Suiza.

El motivo por el que se realizará en este sitio es que su capacidad es menor que en la Plaza de San Pedro y, por lo tanto, es más fácil controlar la afluencia de personas y el mantenimiento de la distancia de seguridad para evitar contagios.

SANTORAL DE HOY JUEVES 27 DE AGOSTO DE 2020

Juan Bautista de Souzy, BeatoJuan Bautista de Souzy, Beato
Presbítero y Mártir, 27 de agosto
Udalrico (Juan Bautista) Guillaume, BeatoUdalrico (Juan Bautista) Guillaume, Beato
Lasallista y Mártir, 27 de agosto
David Lewis, SantoDavid Lewis, Santo
Presbítero y Mártir, 27 de agosto
Cesáreo de Arlés, SantoCesáreo de Arlés, Santo
Obispo, 27 de agosto
Crisanto (Casimiro González García), BeatoCrisanto (Casimiro González García), Beato
Religioso y Mártir, 27 de agosto
Pelayo José Granado Prieto, BeatoPelayo José Granado Prieto, Beato
Sacerdote y Mártir, 27 de agosto
Hermenegildo de la Asunción y compañeros, BeatosHermenegildo de la Asunción y compañeros, Beatos
Mártires Trinitarios, 27 de agosto
Fernando Gonzáles Añón, BeatoFernando Gonzáles Añón, Beato
Presbítero y Mártir, 27 de agosto
Mónica, SantaMónica, Santa
Memoria Litúrgica, 27 de agosto

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 27 DE AGOSTO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 21ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 27 de agosto de 2020


Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-9):

Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios


Salmo
Sal 144,2-3.4-5.6-7

R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 27 de agosto de 2020
CR


Queridos hermanos:

Escucha. Es mi actitud primera de acercamiento a la Palabra. Escucha que me ayuda a entender, que me dispone a acoger, que me permite responder.

Y escucho: estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor... Estar en vela. Vigilantes. Despiertos. Intuitivos. Lúcidos. Vivir atentos a la presencia de Dios en lo cotidiano y sabiendo descubrir también sus “ausencias” en la realidad social, cultural, eclesial, política... para trabajar sembrando semillas del Verbo. Discernir. Saber elegir la ocasión que no debemos perder de la tentación que nos pierde. Vivir la dicha de los limpios de corazón porque en nada encuentran obstáculo para descubrir y leer la acción de Dios.? Y escucho: estad preparados, porque a la hora que menos penséis... Receptivos. Dispuestos. Audaces. Diligentes. Responsables. Arriesgados. Confiados. Coherentes. Honestos. Leales.

Y aunque no sepamos el día ni la hora en la dinámica cotidiana siempre es tiempo de discernir. Caminar en la Verdad o vivir en la hipocresía. Hacer en cada momento lo que se tiene que hacer. Auténticos. Apasionados. Crecer para que mis deseos coincidan con la voluntad de Dios. Responder en la fidelidad de lo que soy a su Fidelidad. Generosa y gratuitamente, sin reservas o escatimando esfuerzos. Con medida o con holgura. Acoger con responsabilidad y gratitud todo lo que se nos ofrece. Responder con fidelidad y gozo al don de nuestra vocación. Vivir en la bendición - dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así- o en el reproche. Ser creíbles mostrando, no demostrando a Dios. Ser creíbles convenciendo y contagiando horizonte, esperanza, promesa.

Y aunque no sepamos el día ni la hora siempre es tiempo de agradecer  que hemos sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; que no carecemos de ningún don los que esperamos en el Señor. Y Él, que es fiel, nos arraiga, nos arrecia, nos afirma, nos sostiene.

Y aunque no sepamos el día ni la hora siempre es tiempo de recordar que el presente es todo lo que tenemos para construir futuro y por eso, debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura y si no, no la emprendas que será en vano, sólo el amor alumbra lo que perdura (Silvio Rodríguez).