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lunes, 27 de agosto de 2018

LA LITURGIA DE LAS HORAS


La liturgia de las horas




Es común ver a sacerdotes o religiosos y religiosas detenidos durante el día para ofrecer oraciones recogidas en un pequeño libro negro. A veces incluso los laicos tienen ese mismo libro negro y se sientan en los bancos traseros de la iglesia para rezar. ¿Qué están rezando?

Sacerdotes, religiosos y diáconos están obligados a rezar diariamente lo que se denomina la Liturgia de las Horas, también conocida como Oficio Divino. Consiste en rezar un conjunto de oraciones cada día a diferentes horas, desde la mañana a la noche. Es una rutina de oración no exclusiva de los consagrados a Dios, sino una práctica de oración común para muchos laicos.

Históricamente, los judíos han rezado en intervalos fijos a lo largo del día. El rey David, quien se cree escribió los salmos, proclama:
“De tarde, de mañana, al mediodía, gimo y me lamento, pero él escuchará mi clamor”. (Salmos 55:18)

Incluso el profeta Daniel parece haber rezado a intervalos específicos.
“Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes” (Daniel 6:11).

El pueblo judío inició una tradición de rezar tres veces al día: mañana, tarde y noche. Esto creció hasta desarrollar un programa de oraciones de salmos en particular, ya que expresaban los múltiples deseos del corazón humano.

Jesús aparece rezando los salmos en varias ocasiones, como en una de sus palabras más famosas, del salmo 22, pronunciado desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.

Ya que la mayoría de los primeros cristianos eran conversos del judaísmo, continuaron con la tradición judía de rezar los salmos. Este tipo de oración se mantuvo a medida que creció la Iglesia y, según señala el padre Timothy Gallagher en su libro ‘Praying the Liturgy of the Hours’ [Rezar la Liturgia de las Horas]: “Por toda la Iglesia, en Palestina, Antioquía, Constantinopla y África, los cristianos se reunían en sus iglesias dos veces al día para rezar los salmos. Diariamente se reunían para los ‘himnos matinales y nocturnos’”.

Más tarde, esta tradición se extendió en los monasterios a rezar los salmos siete u ocho veces al día, en un esfuerzo por vivir las palabras de san Pablo de “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Esta tradición tiene la siguiente forma:

- Maitines (durante la noche, a menudo a medianoche); también llamados Vigilias o Nocturnos (Oficio Nocturno)
- Laudes u “Oración de la mañana” (al amanecer o a las 3 a.m.)
- Prima u “Oración de la madrugada” (Primera Hora, en torno a las 6 a.m.)
- Tercia u “Oración de Media mañana” (Tercera Hora, alrededor de las 9 a.m.)
- Sexta u “Oración de Mediodía” (Sexta Hora, en torno al mediodía)
- Nona u “Oración de Media Tarde” (Novena Hora, en torno a las 3 p.m.)
- Vísperas u “Oración del Atardecer” (en torno a las 6 p.m.)
- Completa u “Oración de la Noche” (antes de ir a dormir, normalmente a las 8 p.m. o 9 p.m.)

La Iglesia extendió los 150 salmos a lo largo de estas horas y con el tiempo terminó creando un ciclo de oración. Actualmente consiste en un Salterio de cuatro semanas con el que se rezan todos los salmos en un periodo de cuatro semanas (si se observan todas las “horas” de oración).

Los monasterios contemplativos mantienen este ritmo de oración, mientras que los sacerdotes u otros religiosos activos tienden a “agrupar” las horas juntas. Por ejemplo, si un párroco tiene reuniones toda la tarde y noche, rezará la Oración del Atardecer y la Oración de la Noche seguidas inmediatamente antes de retirarse a dormir. El momento del día es menos importante para los que viven en el mundo que para los hombres y mujeres enclaustrados, que acatan un ritmo sagrado de oración y trabajo.

Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha continuado fomentando esta práctica y animado al laico a unirse a esta Liturgia.
“Procuren los pastores de almas que las Horas principales, especialmente las Vísperas, se celebren comunitariamente en la iglesia los domingos y fiestas más solemnes. Se recomienda, asimismo, que los laicos recen el Oficio divino o con los sacerdotes o reunidos entre sí e inclusive en particular” (Sacrosanctum Concilium, 100).

Pero, ¿cómo se reza el Oficio Divino?
Puede resultar un poco confuso y complejo asumir la práctica de rezar la Liturgia de las Horas. En otro artículo les guiamos a través del rezo de la Liturgia de las Horas y les ofrecemos una “guía para principiantes” que desmitificará esta oración poderosa y habitual de la Iglesia.



© Philip Kosloski  

PORTADORES DE LA PAZ


Portadores de paz



La paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ansiedad por el futuro perturba de tal manera que te impide concentrar tus energías en el presente y disfrutar las alegrías de cada día. Abandónate confiadamente en Dios que te ama y podrás vivir con plenitud y paz el momento presente.

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración, especialmente hoy cuando Satanás quiere la guerra y el odio. Yo los invito de nuevo, hijitos: oren y ayunen para que Dios les dé la paz. Testimonien la paz a cada corazón y sean portadores de paz en este mundo sin paz. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Y no teman, porque quien ora no teme el mal y no tiene odio en su corazón. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.

Ojalá que, por propia experiencia, tengas la certeza que el mejor descanso, ese oasis interior de paz que necesitas al fin del día, son los brazos divinos de Dios. Allí está “la verde pradera donde recostarte, de él fluye la fuente tranquila que repara tus fuerzas agotadas”. La oración es la llave para cerrar sabiamente cada jornada. El Señor te bendiga y proteja.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 27 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
27 agosto



Pedro le dice al Señor: Tú eres el Cristo, el enviado del Padre... Ahora Cristo nos dice a cada uno de nosotros: Tú eres mi pequeño Cristo, mi enviado... enviado para realizar, para completar, para continuar mi obra de salvación.


Meditemos hoy cómo estamos cumpliendo nuestra misión.

Negarse a sí mismo es decir"no" a las exigencias del yo, es hacer desaparecer el yo, destruir el yo, para que se pueda construir y ver en nosotros a Cristo.


P. Alfonso Milagro

RUEDA DE PRENSA DEL PAPA FRANCISCO EN EL VUELO DE REGRESO DE IRLANDA


Rueda de prensa del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Irlanda
Redacción ACI Prensa
 Foto: Hannah Brockhaus (ACI Prensa)





Este domingo el Papa Francisco dio una conferencia de prensa en el avión que lo llevó de regreso a Roma, luego de haber visitado Irlanda para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.

A continuación el texto completo:

Greg Burke:

Buenas noches Santo Padre, gracias por este tiempo que nos dedica después de dos jornadas muy intensas. Ciertamente hubo momentos muy difíciles como el caso de los abusos, pero también momentos muy bellos, la Fiesta de las Familias, los testimonios, el encuentro con las parejas de jóvenes, y también la visita a los capuccinos que ayudan a los pobres. Podemos pasar la palabra a los periodistas y comenzar con los irlandeses.

Papa Francisco:

Agradezco porque si yo me he cansado, pienso en ustedes que tienen trabajo, trabajo, trabajo. Agradezco mucho su esfuerzo.

Tony Connely Radio Televisión Irlandesa:

Su Santidad, usted habló el sábado sobre la reunión que tuvo con la ministra para los niños. Usted habló de lo emocionado que estuvo por lo que ella dijo sobre los hogares Madres e Hijos. ¿Qué dijo ella exactamente? ¿Le sorprendió porque era la primera vez que usted oía hablar de estas casas?

Papa Francisco:

La ministra me ha dicho primero una cosa que no era tanto sobre madres e hijos. Me dijo brevemente "Santo Padre, hemos encontrado fosas comunes de niños, niños enterrados. Estamos investigando. La Iglesia tiene algo que ver en esto", pero lo ha dicho con mucha educación y la verdad con mucho respeto. Le agradecí a tal punto que esto me ha tocado el corazón, y por eso quise repetirlo en el discurso...y no era en el aeropuerto, me he equivocado, era del presidente, en el aeropuerto estaba otra señora ministra y me he equivocado ahí. Pero ella me ha dicho "después le enviaré un memo". Me ha enviado el memo. No he podido leerlo. He visto que era un memo. Pero fue muy equilibrada en decirme "hay un problema, todavía no ha terminado la investigación" pero ha hecho sentir que la Iglesia tenía algo que ver. Para mí este fue un ejemplo de colaboración constructiva, también de –no quiero decir la palabra protesta-, sino de lamento. De lamento por aquello que en un tiempo quizás la Iglesia había ayudado. Esa señora era de una dignidad que me ha tocado el corazón. Y ahora tengo el memo ahí y lo estudiaré cuando llegue a casa.

Patrick Agnew, Sunday Independent:

Santo Padre, gracias y buenas noches. Ayer Marie Collins, la víctima Marie Collins que conoce bien, dijo que usted no está a favor de nuevos tribunales de investigación vaticana sobre los problemas de abusos, nuevas investigaciones sobre el problema de los abusos sexuales, y en particular sobre un tribunal para que investigue a los obispos, la responsabilidad del obispo. ¿Por qué considera que esto no sea necesario?

Papa Francisco:

No, no es así, Marie Collins está un poco fijada en la idea de que salió, yo estimo mucho a Marie Collins, de las veces que la llamamos al Vaticano para que dé conferencias. Ella está fijada sobre la idea de aquel escrito (motu proprio Madre amorevole del 2016) “Madre Amorosa”, en el cual se decía que para juzgar a los obispos sería bueno o se haría un tribunal especial. Después se ha visto que esto no era viable y también que no era conveniente por las diversas culturas de los obispos que deben ser juzgados. Se toma la recomendación de “Madre Amorosa” y se forma el jurado para cada obispo, pero no es lo mismo. Este obispo es juzgado y el Papa hace un jurado que sea muy capaz para tomar ese caso. Es una cosa que funciona mejor, y también porque no todos los obispos, un grupo de obispos, dejar la diócesis no es posible. Así los tribunales, los jurados, cambian. Y así habíamos hecho hasta ahora. Fueron juzgados varios obispos.

Lo último fue lo de Guam. El Arzobispo de Guam que ha apelado. He decidido, porque es un caso muy, muy difícil, de usar un privilegio que tengo, de tomar yo la apelación y no mandarlo al consejo de apelaciones que hace el trabajo con todos los sacerdotes. Lo he tomado yo, he creado una comisión de canonistas para que me ayuden y me han dicho que cuando retorne, en un mes máximo estará lista la recomendación para que yo dé el fallo. Es un caso complicado de una parte, pero no difícil, porque las evidencias son clarísimas. Hablando de las evidencias, son claras. Pero no puedo prejuzgar. Espero el informe y luego fallaré. Digo que las evidencias son claras porque son estas evidencias las que han llevado al primer tribunal a dar la condena. Este ha sido el último caso. Ahora hay otro en curso. Veamos cómo terminará. Pero que quede claro, le he dicho a Marie, el espíritu y la recomendación de “Como una madre amorosa” se hace. Un obispo va juzgado por un tribunal, pero no es siempre el mismo tribunal porque no es posible. Ella no ha entendido bien eso, pero cuando la vea porque ella viene a veces al Vaticano, la llamaremos, y le explicaré más claro. Yo la quiero mucho.

Stefania Falasca, Avvenire:

Usted ha dicho también hoy que es siempre un reto acoger al inmigrante y al extranjero. Justo ayer se ha resuelto un caso doloroso, de la nave Diciotti. Está su mano detrás de esta solución, ¿está involucrado?


Papa Francisco:

Aquello de acoger a los inmigrantes es una cosa tan vieja como la Biblia. En el Deuteronomio, en los mandamientos, Dios manda esto de acoger a los inmigrantes, al extranjero. Cosa vieja, que está en el espíritu de la revelación pero también en el espíritu del Cristianismo. Es un principio moral. Luego, sobre esto he hablado, luego he visto que debía explicar un poco más porque no es un acoger a la “bella estrella”, ¡no! Es un acoger razonable. Pero esto va en toda Europa, y ¿cuándo me he dado cuenta de cómo deber ser este comportamiento razonable? Cuando el atentado de Zaventem que los chicos, los guerrilleros que han cometido el atentado de Zaventem eran belgas, hijos de emigrantes, no integrados, ¡sino en guetos!  

Es decir, fueron recibidos por los países y dejados ahí, y han hecho un gueto, no fueron integrados. Por esto he subrayado esto, importante. Luego he recordado cuando fui a Suecia, y la Franca (Giansoldati, Vaticanista de Il Messaggero, nota del editor) en un artículo ha hecho mención de esto, de cómo expliqué este pensamiento, y cuando fui a Suecia, lo sabía, hablé sobre la integración, cómo era, porque lo sabía, porque durante la dictadura en Argentina, de 1976 a 1983, tantos, tantos argentinos y también uruguayos huyeron a Suecia y el gobierno los recibía, les hacía estudiar el idioma, les daba trabajo y los integraba.

Esta es una anécdota interesante, la señora ministra que vino a recibirme al aeropuerto de Lund, era hija de una sueca y de un migrante africano. Pero este migrante africano fue integrado a tal punto que la hija se convirtió en ministra del país. Suecia es un modelo…pero en aquel momento Suecia empezaba a tener dificultades, no porque no tuviese buena voluntad para esto, sino porque no tenía la posibilidad de la integración. Este fue el motivo por el cual Suecia se paró un poco. Después de este paso de integración. Y después he hablado aquí en una conferencia de prensa entre ustedes de la virtud de la prudencia, que es la virtud del gobernante.

Hablé de la prudencia de los pueblos, sobre el número o sobre las posibilidades. Un pueblo que puede recibir pero no tiene la posibilidad de integrar, mejor no recibir. Ahí está el problema de la prudencia. Y creo que esta es la médula del diálogo hoy en la Unión Europea…se debe continuar el diálogo, las soluciones se encontrarán.

¿Qué sucedió con la (nave de inmigrantes) Diciotti? Yo no metí la mano ahí, quien hizo el trabajo con el ministro del Interior fue el P. Aldo (Bonaiuti, nota del editor), el gran P. Aldo que continúa la obra de don Benzi, que los italianos conocen bien, que trabajan en el liberación de las prostitutas, aquellas que son explotadas. También entró la Conferencia Episcopal Italiana. El Cardenal Bassetti que estaba aquí, pero al teléfono, guiaba todo el trámite y uno de sus subsecretarios, P. Maffeis negociaba con el ministro. Y creo que entro Albania, tuvo un número Albania, Irlanda, y Montenegro, creo que no…no estoy seguro. Los demás los ha tomado la Conferencia, pero no sé si bajo el paraguas del Vaticano o no, no sé cómo se negoció, y van a Mondo Migliore a Rocca di Papa, serán acogidos ahí. El número creo que es más de 100 y ahí comenzarán a aprender el idioma y a hacer el trabajo que se hizo con los inmigrantes integrados. Tuve una experiencia para mí muy gratificante cuando fui a (la universidad) Roma Tre, estaban los estudiantes que querían hacerme preguntas, y vi a una estudiante que “esta cara la conozco”, y era una que vino conmigo, entre los 13 que traje de Lesbos. Y aquella muchacha estaba en la universidad, porque san Egidio, al día siguiente, a la escuela, a estudiar. La ha integrado al nivel universitario. Este es el trabajo con los migrantes. Está la apertura del corazón para todos, sufrir, después la integración como condición para acoger y además la prudencia de los gobernantes para hacer esto. Yo he visto en un film clandestino qué sucede a aquellos que son regresados, que son retomados por los traficantes. Doloroso, las cosas que hacen a los hombres, a las mujeres y a los niños. ¡Fuera! ¡Los venden! Pero a los hombres les hacen las torturas más sofisticadas. Hay alguien que fue capaz, un espía, de hacer este film que he enviado a mis subsecretarios de inmigración.

Por esto, para mandarlos de regreso se debe de pensar bien, bien. Luego, una última cosa: hay migrantes que vienen, pero también están los que vienen engañados a Fiumicino. Vienen engañados y terminan siendo esclavizados. Bajo amenaza de los traficantes de mujeres. Esto.

Anna Matranga, CBS:

Buenas tardes Santo Padre. Volveré al argumento de los abusos del que ya ha hablado, Esta mañana salió un documento del Arzobispo Carlo María Viganó, en el que dice que en el 2013 el conversó personalmente con usted en el Vaticano y que en este coloquio hablaron explícitamente del comportamiento y los abusos sexuales del excardenal McCarrick. Quiero preguntar si esto es cierto. Quiero preguntar además otra cosa. El Arzobispo dijo que el Papa Benedicto había sancionado a McCarrick, que le dijo que no podía vivir en un seminario ni celebrar misas en público ni viajar. Estaba sancionado por la Iglesia. ¿Puedo preguntarle si estas dos cosas son verdaderas?

Papa Francisco:

Una cosa, yo preferiría... yo responderé a su pregunta, pero preferiría que primero habláramos sobre el viaje y luego de los otros temas, me he distraído con Estefania, pero ahora respondo.

He leído esta mañana ese comunicado, lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de confianza.

Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?

Anna Matranga, CBS:

Marie Collins ha dicho después de encontrarse con usted, que habló directamente con usted sobre el excardenal McCarrick, que usted fue muy duro en su condena a McCarrick. ¿Cuándo fue la primera vez que usted escuchó hablar de los abusos cometidos por el excardenal

Papa Francisco:

Esto es parte del comunicado de McCarrick. Estudien y luego diré. Como yo ayer no he leído me he permitido hablar claro con Marie Collins y el grupo. Ha sido realmente una vergüenza, una cosa que he sufrido mucho. Yo creo que se quería hacer esto, la escucha a estas ocho personas.

De esta reunión ha salido la propuesta, que la he hecho yo pero que ellos la han aceptado y me han ayudado a hacerla, de pedir perdón hoy en la Misa pero sobre cosas concretas. Por ejemplo la última de la que yo nunca había escuchado, estas madres… que se les llamaba la lavandería de las mujeres. Cuando una mujer estaba embarazada y no estaba casada e iba al hospital, o al sitio que no sé cómo se llamaba, escuela, las hermanas le decían algo y luego le daban los niños a la gente en adopción. Había dos hijos de ese tiempo que buscaban a las madres, que estaban vivas, les decían que era pecado mortal  esto.

Por ello he terminado hoy diciendo que esto no es pecado mortal, sino el cuarto mandamiento. Y las cosas que hoy he dicho algunas no las sabía. Ha sido para mí doloroso pero también con el consuelo de poder ayudar a clarificar estas cosas. Espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias.

Cécile Chambraud, Le Monde:

Buenas tardes Santo Padre. Espero que no le moleste si hago mi pregunta en español y le pido responder en italiano. En su discurso a las autoridades de Irlanda se refirió a su reciente carta al pueblo de Dios en la que llama a todos los católicos a tomar parte en la lucha contra los abusos en la Iglesia. ¿Puede detallarnos lo que los católicos pueden hacer en su lugar para luchar contra los abusos? En este tema, en Francia, un sacerdote ha iniciado una petición para que renuncia el Cardenal Barbarin, acusado por víctimas. ¿Le parece adecuada esta iniciativa o no?

Papa Francisco:

Si hay sospechas o pruebas o medias pruebas no veo nada de malo en hacer una investigación, siempre que se haga sobre el principio jurídico fundamental, nemo malus ni si probetur, ninguno es malo si no se prueba. Muchas veces existe la tentación no solo de hacer la investigación, sino de publicar que se ha hecho la indagación y porque es culpable… y así algunos medios, no el suyo, comienzan a crear un ambiente de culpabilidad. Y yo me permito decir una cosa que ha sucedido en estos tiempos que podrá ayudar a esto porque para mí es importante cómo se procede y cómo los medios pueden ayudar.

Hace tres años, más o menos, se comenzó en Granada el problema de los así llamados sacerdotes pedófilos, un grupo de siete, ocho o diez sacerdotes, acusados de abuso de menores y también de hacer fiestas, orgías, estas cosas.

La acusación la he recibido yo directamente. Una carta escrita por un joven de 23 años, según él fue abusado. Daba el nombre y todo. Era un joven que trabajaba en un colegio religioso de Granada de mucho prestigio. La carta era perfecta y me preguntaba qué hacer para denunciar esto. Yo le dije anda donde el arzobispo y él sabe qué cosa debes hacer. El arzobispo ha hecho todo lo que debía hacer y la cosa llegó a los tribunales civiles y se dieron los dos procesos.

Los medios comenzaron a hablar y tres días después escribieron que “en la parroquia hay tres sacerdotes pedófilos” y cosas por el estilo. Así se ha creado la conciencia de que estos sacerdotes eran criminales: siete fueron interrogados y no se les encontró nada. Con tres siguió la investigación y se quedaron en la cárcel dos por cinco días; y uno, el Padre Román, que era el párroco, se quedó siete días.

Durante casi tres años y más, han sufrido el odio, el rechazo de todo el pueblo… les decían criminales y no podía salir fuera, han sufrido humillación. Se hizo la investigación para comprobar las acusaciones del muchacho, que no me atrevo a reportar aquí.

Luego de tres años la justicia declaró inocentes a los sacerdotes, a todos, pero sobre todo a estos tres. Los otros ya estaban fuera de la causa, y se declaró culpable al denunciante, porque habían visto que ese joven era fantasioso, pero era una persona muy inteligente, que trabajaba en un colegio católico, tenía este prestigio, que daba la impresión de decir la verdad. Fue condenado a pagar los costos… y estos sacerdotes inocentes.


Estos hombres fueron condenados por los medios del lugar antes que por la justicia. Por ello vuestro trabajo es muy delicado. Deben acompañar, deben decir las cosas, pero siempre con esto… la presunción legal de inocencia y no la presunción legal de culpabilidad.

Hay diferencia entre el informador que afirma un hecho, pero que no se juega por una condena propia, y el investigador que funge de Sherlock Holmes, que avanza con la presunción de culpabilidad. Todos hemos leído la técnica de Poirot, en la que todos son culpables, pero esto es el oficio del investigador, pero todos pueden investigar. Son dos posturas diversas, las que informan deben partir siempre de la presunción de inocencia, sin hacer la condena.

Este caso sucedido en Granada es un ejemplo que nos hará bien a todos en vuestro oficio.

Pregunta nuevamente por lo que puede hacer el pueblo de Dios

Papa Francisco:

Cuando se ve algo, hablar rápido. Diré una cosa un poco fea. Muchas veces son los padres quienes cubren el abuso de un sacerdote. Muchas veces. Se ve en las condenas, no creen… Ellos se convencen de que no es verdadero y el muchacho o la muchacha se queda así.

Yo tengo por método recibir o busco recibir a uno o dos por semana. He recibido a una persona, una señora que desde hace 40 años sufría esta llaga de silencio porque los padres no le creyeron. Fue abusada a los ocho años. Hablen, esto es importante. Es cierto que para una madre esto es difícil, pero hablen con las personas indicadas y hablen con los que pueden iniciar un juicio, al menos la investigación previa,

Hablar con el juez, hablar con el obispo, y si el párroco es bueno, hablar con el párroco. Esto es lo primero que puede hacer el pueblo de Dios. Esto no debe cubrirse. Me decía un psiquiatra hace un tiempo – pero quisiera que esto no fuera una ofensa a las mujeres - que por el sentido de la maternidad las mujeres son más propensas a cubrir las cosas del hijo y los hombres, pero no sé si es cierto… hablar.

Javier Romero, Rome Reports:

Santidad, quisiera hacer dos preguntas. La primera es que el primer ministro de Irlanda, que fue muy directo en su discurso, estaba orgulloso de un nuevo modelo de familia diferente al que tradicionalmente propone la Iglesia. Me refiero al matrimonio homosexual. Y este es tal vez uno de los modelos que más enfrentamientos y luchas genera. Pensaba en el caso de una familia católica, cuando hay una persona de esta familia que declara ser homosexual. Santidad, ¿qué le diría a un papá con un hijo homosexual que le dice que quiere ir a convivir con su…? La segunda pregunta es sobre el discurso del primer ministro que en su discurso ha hablado sobre el aborto en Irlanda. Hemos visto cómo Irlanda ha cambiado mucho en los últimos años y hemos visto cómo el aborto se ha debatido en muchos países como Argentina, su país. ¿Usted cómo se siente, considerando que usted habla de este tema…?

Papa Francisco:

Le agradezco por las preguntas porque son dos temas ligados a las cuestiones que estamos hablando. Sobre el aborto, ustedes saben qué se piensa. El aborto no es un problema religioso. Nosotros no estamos contra el aborto por la religión, no. Es un problema humano que es estudiado por la antropología.

Estudiar el aborto comenzando por el hecho religioso es pasar por encima del pensamiento. El problema del aborto es estudiado por la antropología. Siempre el problema antropológico sobre la eticidad de sacar un ser viviente para resolver un problema, pero esto va en la discusión.

Pero sobre todo yo quiero resaltar esto: yo no permito nunca que se comience a discutir, donde sea, el problema del aborto, que se comience con el hecho religioso. No. Es un problema antropológico, es un problema humano. Ese es mi pensamiento.

Segundo, siempre ha habido homosexuales y personas con tendencia homosexual, siempre. Los sociólogos dicen, no sé si es verdad, que en los tiempos de cambio de época crecen algunos fenómenos sociales, éticos, uno de esos sería este, pero esa es la opinión de algunos sociólogos.

Tu pregunta es clara, qué cosa le diría yo a un papá que ve que su hijo o su hija tiene esa tendencia. Primero diré rezar, reza. No condenar. Dialogar. Entender, hacer espacio para el hijo y la hija, hacer espacio para que se exprese. Luego, en qué edad se manifiesta esta inquietud del hijo, es importante. Una cosa es cuando se manifiesta de niño porque hay muchas cosas por hacer con la psiquiatría o para ver cómo son las cosas; y otra cosa es cuando se manifiesta después de los 20 años o algo así…

Nunca diré que el silencio sea un remedio. Ignorar al hijo o hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad. Tú eres mi hijo, tú eres mi hija, como eres, yo soy tu padre, tu madre, hablemos. Si ustedes, padre o madre, no se sienten capaces, pidan ayuda, pero siempre en el diálogo porque ese hijo o esa hija tiene derecho a una familia y la familia… No sacarlo de la familia. Este es un desafío serio a la paternidad y la maternidad, te agradezco por la pregunta. Gracias.

Comentario final del Papa Francisco:

Yo quisiera decir algo para los irlandeses que están aquí. He encontrado mucha fe en Irlanda, mucha fe. Veo que el pueblo irlandés ha sufrido mucho por los escándalos, pero hay fe en Irlanda. Es fuerte. Y también el pueblo irlandés sabe distinguir, y cito lo que escuché hoy a un prelado: “el pueblo irlandés sabe distinguir bien entre las verdades y las medias verdades. Una cosa acá adentro”.

Veo que está en un proceso de elaboración, de curación de este escándalo. Es cierto que se abre a posiciones que parecen alejarse de la fe, algunas, pero el pueblo irlandés tiene una fe enraizada fuerte.

Lo quiero decir porque es lo que he visto, he escuchado y de lo que en estos dos días me he informado. Gracias por el vuestro trabajo, muchas gracias y recen por mí por favor.


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Papa Francisco: “No diré una palabra” sobre carta de ex nuncio Viganó sobre caso McCarrick
Redacción ACI Prensa
 Foto: Hannah Brockhaus / ACI Prensa.



En la rueda de prensa del vuelo de regreso de Irlanda a Roma este 26 de agosto, el Papa Francisco se pronunció sobre la carta de un ex diplomático vaticano que lo acusa de no actuar frente a las acusaciones de abuso contra el Arzobispo Emérito de Washington Theodore McCarrick.

En una carta de 11 páginas difundida el 25 de agosto, Mons. Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos, aseguró que el Papa sabía de las acusaciones contra McCarrick pero que decidió convertirlo en “su consejero de confianza”.

Mons. Viganò dijo que las informaciones sobre McCarrick fueron transmitidas a la Santa Sede durante los pontificados de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, y acusó a los cardenales Angelo Sodano y Tarcisio Bertone, en su momento secretarios de Estado del Vaticano, de ocultárselas a los Papas.

De acuerdo al ex nuncio, cuando Benedicto XVI tomó conocimiento de las acusaciones contra McCarrick le impuso diversas sanciones, como “dejar el seminario donde estaba viviendo, estaba prohibido de celebrar (Misa) en público, de participar en reuniones públicas, de dar conferencias, de viajar, con la obligación de dedicarse a una vida de oración y penitencia”.


Sin embargo, continuó, el Papa Francisco habría retirado estas sanciones poco después de asumir el pontificado en 2013, y no las habría vuelto a aplicar hasta hace algunas semanas atrás, cuando un informe de la Arquidiócesis de Nueva York encontró “creíble” una acusación contra McCarrick sobre supuesto abuso sexual de un menor.

Ante la consulta de un periodista de CBS en el vuelo papal al finalizar el Encuentro Mundial de las Familias Dublín 2018, el Papa Francisco dijo que “he leído esta mañana ese comunicado. Lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio”.

“Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones”, añadió.

El Papa señaló que se trata de “un acto de confianza. Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?”.

Al concluir su respuesta, el Santo Padre insistió a los periodistas que “espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias”.

A continuación el texto completo de la pregunta y respuesta del Papa Francisco sobre el caso McCarrick y la carta de Mons. Carlo Maria Viganò:


Pregunta de CBS: Buenas tardes Santo Padre. Volveré al argumento de los abusos del que ya ha hablado. Esta mañana salió un documento del Arzobispo Carlo María Viganó, en el que dice que en el 2013 él conversó personalmente con usted en el Vaticano y que en este coloquio hablaron explícitamente del comportamiento y los abusos sexuales del excardenal McCarrick. Quiero preguntar si esto es cierto. Quiero preguntar además otra cosa. El Arzobispo dijo que el Papa Benedicto había sancionado a McCarrick, que le dijo que no podía vivir en un seminario ni celebrar Misas en público ni viajar. Estaba sancionado por la Iglesia. ¿Puedo preguntarle si estas dos cosas son verdaderas?

Papa Francisco: Una cosa, yo preferiría... yo responderé a su pregunta, pero preferiría que primero habláramos sobre el viaje y luego de los otros temas, me he distraído con Estefanía, pero ahora respondo. He leído esta mañana ese comunicado. Lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de confianza. Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?

Pregunta: Marie Collins ha dicho después de encontrarse con usted, que habló directamente con usted sobre el excardenal McCarrick, que usted fue muy duro en su condena a McCarrick. ¿Cuándo fue la primera vez que usted escuchó hablar de los abusos cometidos por el excardenal

Papa Francisco: Esto es parte del comunicado de McCarrick. Estudien y luego diré. Como yo ayer no he leído me he permitido hablar claro con Marie Collins y el grupo. Ha sido realmente una vergüenza, una cosa que he sufrido mucho. Yo creo que se quería hacer esto, la escucha a estas ocho personas. De esta reunión ha salido la propuesta, que la he hecho yo pero que ellos la han aceptado y me han ayudado a hacerla, de pedir perdón hoy en la Misa pero sobre cosas concretas. Por ejemplo la última de la que yo nunca había escuchado, estas madres… que se les llamaba la lavandería de las mujeres. Cuando una mujer estaba embarazada y no estaba casada e iba al hospital, o al sitio que no sé cómo se llamaba, escuela, las hermanas le decían algo y luego le daban los niños a la gente en adopción. Había dos hijos de ese tiempo que buscaban a las madres, que estaban vivas, les decían que era pecado mortal esto. Por ello he terminado hoy diciendo que esto no es pecado mortal, sino el cuarto mandamiento. Y las cosas que hoy he dicho algunas no las sabía. Ha sido para mí doloroso pero también con el consuelo de poder ayudar a clarificar estas cosas. Espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias.

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE CLAUSURA DEL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS


Homilía del Papa Francisco en la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias
Redacción ACI Prensa





El Papa Francisco señaló que es posible que ante las palabras duras de Jesús se encuentren resistencias a aceptar su enseñanza.

“Qué difícil es perdonar siempre a quienes nos hieren. Qué desafiante es acoger siempre al emigrante y al extranjero. Qué doloroso es soportar la desilusión, el rechazo o la traición. Qué incómodo es proteger los derechos de los más frágiles, de los que aún no han nacido o de los más ancianos, que parece que obstaculizan nuestro sentido de libertad”.

Ante esa situación, el Santo Padre propuso repetir las mismas palabras del pueblo de Israel: “También nosotros serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!”.

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:

«Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).


En la conclusión de este Encuentro Mundial de las Familias, nos reunimos como familia alrededor de la mesa del Señor. Agradecemos al Señor por tantas bendiciones que ha derramado en nuestras familias.

Queremos comprometernos a vivir plenamente nuestra vocación para ser, según las conmovedoras palabras de santa Teresa del Niño Jesús, «el amor en el corazón de la Iglesia».

En este momento maravilloso de comunión entre nosotros y con el Señor, es bueno que nos detengamos un momento para considerar la fuente de todo lo bueno que hemos recibido. En el Evangelio de hoy, Jesús revela el origen de estas bendiciones cuando habla a sus discípulos. Muchos de ellos estaban desolados, confusos y también enfadados, debatiendo sobre aceptar o no sus “palabras duras”, tan contrarias a la sabiduría de este mundo. Como respuesta, el Señor les dice directamente: «Las palabras que os he dicho son espíritu y vida» (Jn 6,63).

Estas palabras, con su promesa del don del Espíritu Santo, rebosan de vida para nosotros que las acogemos desde la fe. Ellas indican la fuente última de todo el bien que hemos experimentado y celebrado aquí en estos días: el Espíritu de Dios, que sopla constantemente vida nueva en el mundo, en los corazones, en las familias, en los hogares y en las parroquias. Cada nuevo día en la vida de nuestras familias y cada nueva generación trae consigo la promesa de un nuevo Pentecostés, un Pentecostés doméstico, una nueva efusión del Espíritu, el Paráclito, que Jesús nos envía como nuestro Abogado, nuestro Consolador y quien verdaderamente nos da valentía.

Cuánta necesidad tiene el mundo de este aliento que es don y promesa de Dios. Como uno de los frutos de esta celebración de la vida familiar, que podáis regresar a vuestros hogares y convertiros en fuente de ánimo para los demás, para compartir con ellos “las palabras de vida eterna” de Jesús. Vuestras familias son un lugar privilegiado y un importante medio para difundir esas palabras como “buena noticia” para todos, especialmente para aquellos que desean dejar el desierto y la “casa de esclavitud” (cf. Jos 24,17) para ir hacia la tierra prometida de la esperanza y de la libertad.

En la segunda lectura de hoy, san Pablo nos dice que el matrimonio es una participación en el misterio de la fidelidad eterna de Cristo a su esposa, la Iglesia (cf. Ef 5,32). Pero esta enseñanza, aunque magnífica, tal vez pueda parecer a alguno una “palabra dura”. Porque vivir en el amor, como Cristo nos ha amado (cf. Ef 5,2), supone la imitación de su propio sacrificio, implica morir a nosotros mismos para renacer a un amor más grande y duradero. Solo ese amor puede salvar el mundo de la esclavitud del pecado, del egoísmo, de la codicia y de la indiferencia hacia las necesidades de los menos afortunados. Este es el amor que hemos conocido en Jesucristo, que se ha encarnado en nuestro mundo por medio de una familia y que a través del testimonio de las familias cristianas tiene el poder, en cada generación, de derribar las barreras para reconciliar al mundo con Dios y hacer de nosotros lo que desde siempre estamos destinados a ser: una única familia humana que vive junta en la justicia, la santidad y la paz.

La tarea de dar testimonio de esta Buena Noticia no es fácil. Sin embargo, los desafíos que los cristianos de hoy tienen delante no son, a su manera, más difíciles de los que debieron afrontar los primeros misioneros irlandeses. Pienso en san Columbano, que con su pequeño grupo de compañeros llevó la luz del Evangelio a las tierras europeas en una época de oscuridad y decadencia cultural. Su extraordinario éxito misionero no estaba basado en métodos tácticos o planes estratégicos, sino en una humilde y liberadora docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo. Su testimonio cotidiano de fidelidad a Cristo y entre ellos fue lo que conquistó los corazones que deseaban ardientemente una palabra de gracia y lo que contribuyó al nacimiento de la cultura europea. Ese testimonio permanece como una fuente perenne de renovación espiritual y misionera para el pueblo santo y fiel de Dios.

Naturalmente, siempre habrá personas que se opondrán a la Buena Noticia, que “murmurarán” contra sus “palabras duras”. Pero, como san Columbano y sus compañeros, que afrontaron aguas congeladas y mares tempestuosos para seguir a Jesús, no nos dejemos influenciar o desanimar jamás ante la mirada fría de la indiferencia o los vientos borrascosos de la hostilidad.


Incluso, reconozcamos humildemente que, si somos honestos con nosotros mismos, también nosotros podemos encontrar duras las enseñanzas de Jesús. Qué difícil es perdonar siempre a quienes nos hieren. Qué desafiante es acoger siempre al emigrante y al extranjero. Qué doloroso es soportar la desilusión, el rechazo o la traición. Qué incómodo es proteger los derechos de los más frágiles, de los que aún no han nacido o de los más ancianos, que parece que obstaculizan nuestro sentido de libertad.

Sin embargo, es justamente en esas circunstancias en las que el Señor nos pregunta: «¿También vosotros os queréis marchar?» (Jn 6,67). Con la fuerza del Espíritu que nos anima y con el Señor siempre a nuestro lado, podemos responder: «Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (v. 69).

Con el pueblo de Israel, podemos repetir: «También nosotros serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!» (Jos 24,18).

Con los sacramentos del bautismo y de la confirmación, cada cristiano es enviado para ser un misionero, un “discípulo misionero” (cf. Evangelii gaudium, 120). Toda la Iglesia en su conjunto está llamada a “salir” para llevar las palabras de vida eterna a las periferias del mundo. Que nuestra celebración de hoy pueda confirmar a cada uno de vosotros, padres y abuelos, niños y jóvenes, hombres y mujeres, religiosos y religiosas, contemplativos y misioneros, diáconos y sacerdotes, para compartir la alegría del Evangelio. Que podáis compartir el Evangelio de la familia como alegría para el mundo.

Mientras nos disponemos a reemprender cada uno su propio camino, renovemos nuestra fidelidad al Señor y a la vocación a la que nos ha llamado. Haciendo nuestra la oración de san Patricio, repitamos con alegría: «Cristo en mí, Cristo detrás de mí, Cristo junto a mí, Cristo debajo de mí, Cristo sobre mí».

Con la alegría y la fuerza conferida por el Espíritu Santo, digámosle con confianza: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 27 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 27 de agosto de 2018



Primera lectura
Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.11b-12):

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 95,1-2a.2b-3.4-5

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy lunes, 27 de agosto de 2018
 CR

Queridos hermanos:.

Empieza esta semana con la memoria de santa Mónica, ejemplo de perseverancia en la oración para pedir la conversión de su hijo. La insistencia de una madre todo lo puede. Vaya en primer lugar una oración por nuestras madres, allá donde se encuentren

Y vayamos con la Palabra de hoy. Más de los fariseos, otra de las disputas de Cristo con ellos. Podemos decir que, en general, los fariseos eran gente que se esforzaba por alcanzar la salvación. Entonces, ¿por qué fallaron? ¿Por qué no pudieron  ver en Jesús como Mesías? Parece que hoy esta Palabra nos da algunas pistas. 

Estos hombres, a través de sus doctrinas, de su interpretación de la ley y de sus prácticas, habían dejado sin efecto los mandamientos de Dios. Queriendo acercarse a Él, se habían alejado. Era más importante el diezmo que atender a los padres, por ejemplo.

Por otra parte, la salvación se había convertido en algo para una élite exquisita, perteneciente a una casta exclusiva. Y Jesús nos recuerda siempre que su salvación es para todos. Por eso, lo que decimos, lo que hacemos, debe estar orientado a nuestra salvación, sí, pero también a la de los demás.

Algunos, por lo que podemos leer, hicieron un uso perverso de la religión, buscando aprovecharse de los demás, impresionarlos demostrar lo mucho que sabían y lo buenos que eran. ¡Qué malos eran estos fariseos! Por cierto, tú,  ¿para qué eres cristiano? ¿Para qué trabajas en la parroquia, para qué eres catequista, para qué haces cosas en Cáritas…? ¿Para que te vean y digan qué bueno eres, o para mayor gloria de Dios? Revisión de motivaciones, para no ser fariseos…

Las Hermanas de Teresa de Calcuta rezan todos los días, después de la Misa, una oración en la que piden que la luz de Cristo brille a través de ellas. No su luz, sino la luz de Cristo. Eso, quizá, es lo que no entendieron los fariseos. Lo primero, Cristo. Después, ya veremos.

Los escribas y los fariseos hacían finas distinciones entre los tipos de juramento con los que uno podía comprometerse. Está claro que no era esa la idea del juramento, como Jesús les hace ver. Nosotros, que no somos fariseos, podemos hacer algo parecido hoy. Por ejemplo, cuando damos mucha importancia a algunos mandamientos, mientras que otros no cuentan para la salvación. O cuando pontificamos, diciendo yo pienso así y me parece, en vez de enseñar a la gente lo que dijo Cristo y lo que nos dejó en la Biblia.

Vale por ahora. Nos podemos quedar con la enseñanza de la santa de hoy. No es imposible ser sencillo, ser fiel y ser santo. Santa Mónica lo fue. Puedes leer algo sobre su vida aquí. Ella supo encontrar un buen Guía, para ella y para su hijo.