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jueves, 30 de noviembre de 2017

PAN Y LUZ DE LO ALTO


Pan y luz de lo alto




Varias veces Jesús se refirió a sí mismo con símbolos o comparaciones. Alrededor de él la gente se preguntaba y discutía sobre quién era este profeta asombroso. Al leer el Evangelio, pon atención especial cuando Jesús empieza por un “Yo soy”, pues va a dar una definición de sí mismo. Podrás apreciar la riqueza de la persona de Jesús, cuando medites en esas como pinceladas que describen su identidad. Aquí te presento algunas de ellas.

Juan 6, 48-51: Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.  Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
Juan 8, 12: Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida».
Juan 8, 23: Jesús continuó: «Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.

“Pan de vida”, “luz del mundo”, “la puerta de las ovejas”, “el buen pastor”, “la resurrección y la vida”, “la vid verdadera”, “rey”, “camino, verdad y vida”, son algunos rasgos del perfil de Jesús que nos descubren su rica personalidad y su misión en la tierra. La lectura meditada del Evangelio te haga crecer en el conocimiento de las insondables riquezas del Señor.




* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 30 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 30





Has de considerar que la Virgen, que participó en la cruz de Jesús, participó también en la glorificación de su Hijo resucitado por el poder del Padre. Ella es nuestra Madre no sólo desde la cruz sino desde la resurrección. La vida de la gracia brota, al mismo tiempo, de la muerte y la resurrección de Cristo: único e inseparable misterio de amor.

María, siendo de modo inseparable la Madre del crucificado y resucitado, es Madre de todos los hijos de Dios, nacidos de la Pascua de Jesús.

María vivió en su corazón el gozo de la resurrección y sus entrañas exultaron de júbilo por el triunfo del resucitado.

Madre nuestra, te decimos con la Iglesia: Reina del cielo, alégrate, aleluya, porque Cristo a quien llevaste en tu seno, aleluya, ha resucitado según su palabra, aleluya. Ruega al Señor por nosotros, aleluya.



* P. Alfonso Milagro

SABÍAS QUE LA MULA Y EL BUEY EN EL PESEBRE NOS DEJAN 5 GRANDES ENSEÑANZAS?


¿Sabías que la mula y el buey en el pesebre nos dejan 5 grandes enseñanzas?



Por: P. Samuel Bonilla | Fuente: PadreSam.com 




El pesebre contiene muchos elementos, entre ellos, María y José, los pastores, los reyes magos, la estrella. Ahora nos vamos a concentrar en la mula y el buey: ¿es correcto colocarlos en el pesebre? ¿De dónde viene eso de colocarlos en el pesebre si no se mencionan en ningún evangelio? ¿Cuál es su fundamento bíblico? ¿Qué nos enseñan? A continuación queremos responder a ello.

El Papa Benedicto, en su libro “Infancia de Jesús” lo dice magistralmente: “A los ojos de la fe, la mula y el buey revelan el cumplimiento de las profecías en Cristo, porque son una alusión a una frase del profeta Isaías:

“El buey conoce a su señor
y el asno, el pesebre de su dueño;
¡pero Israel no conoce,
mi pueblo no entiende!”.

(Is 1,3)

Estos dos animales que hasta parece están por accidente, nos dejan 5 grandes enseñanzas:

En Cristo, se ha cumplido el plan de Dios para el ser humano. Los milagros, patriarcas, profetas, jueces, sabios y reyes del Antiguo Testamento miraban hacia él. Los dos animales, sin saber hablar, explican, humildemente, por qué este año es el 2017 después de Cristo y no el año 2766 ab urbe condita, desde la fundación de Roma. La historia del hombre no es una línea infinita, con un principio oscuro y sin fin, sino que tiene su eje en el nacimiento de Jesucristo. Desde entonces, ya nada será nunca igual. Nuestra esperanza no está puesta en el progreso, en la ciencia, en los poderosos de este mundo, en el dinero, en la ecología ni en la buena voluntad de los hombres, sino en el amor gratuito de Dios hecho carne.

Estos dos animales ponen tu mundo cabeza abajo. Tú crees que eres el centro del universo. Lo demuestras cada día viviendo para ti mismo, poniendo a todos y a todo a tu servicio, buscando que todos te sirvan, que te consideren, que te den gloria. Pero la mula y el buey, tozudos como todas las mulas y todos los bueyes, te dicen que el centro del mundo no eres tú, sino ese Niño que está entre ellos. No importa cuántas veces vuelvas a intentar ser el centro de tu mundo: ellos siempre estarán allí recordándote que estás equivocado. “Te manifestarás en medio de dos animales”, anunció el profeta Habacuc (Hab 3,2), y así se cumple hoy en ti: el sentido de la vida se te manifiesta entre dos animales, el Señor de tu historia entre una mula y un buey.

Que no te engañe el aspecto apacible del belén de tu casa o de tu parroquia. La palabra profética hecha figurilla de barro en la mula y el buey es terrible. Porque es terrible el contraste que señala Isaías entre el pueblo de Dios, que no reconoce su venida, y la mula y el buey, que, a pesar de ser solamente animales, conocen a su señor y reconocen el pesebre de su dueño. Como toda palabra profética, se refiere a ti y a tu vida. Tú eres parte del nuevo pueblo de Dios: ¿Reconoces su venida? ¿Estos días navideños están centrados para ti en Jesucristo o vuelan por las preocupaciones de regalos, cenas, uvas y fiestas? Si vives esta Navidad como la vive un pagano, hasta la mula y el buey se levantarán contra ti para acusarte, porque ellos reconocen el pesebre de su Señor y tú eres incapaz de hacerlo.

Los dos animales son también, como te diría San Francisco de Asís, una palabra de pobreza para ti. ¿Cuál es su misión en el nacimiento de Cristo? Calentar un poco aquel pesebre con su aliento y el calor de su cuerpo. Algo que está al alcance de hasta el más pobre de los pobres. ¿Qué te pide a ti Cristo hoy? ¿Grandes cosas? Eres incapaz de hacer grandes cosas. ¿Riquezas que cambien el mundo? Apenas llegas a fin de mes. ¿Sabiduría y erudición? A menudo, de tu boca salen más bien rebuznos o mugidos. Entonces, ¿qué quiere Dios de ti? Lo que quiere, en primer lugar y ante todo, es que te dejes querer por ese Niño y aprendas así a amarle a Él. Alégrate de formar parte de su familia, que es la Iglesia. Dios no quiere quitarte nada, te quiere a ti. Disfruta, pues, de “la generosidad de Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su riqueza” (2Co 8,9). Ya habrá tiempo, si Dios quiere, para que hagas grandes cosas.

Finalmente, como en una meditación ignaciana, la mula y el buey te muestran el camino de la contemplación. Desde que se puso el belén, los dos animales no hacen otra cosa que mirar al Niño, junto con María y José. Para eso es el nacimiento: para que mires al Niño, para que pases tiempo y tiempo contemplando a Dios hecho carne por ti, para que le digas mil palabras de cariño, para que estés ahí, junto a él. Leí una vez que San Josemaría compró una imagen de Niño Jesús de tamaño natural, para que, en Navidad, sus sacerdotes se la fueran pasando y tuvieran al niño en brazos durante unos momentos, contemplándolo, diciéndole cosas y simplemente queriéndolo. La mula y el buey no tienen nada mejor que hacer estos días. Y tú tampoco.

Que cada elemento del pesebre nos ayude a tener a Cristo como el centro de nuestra vida, así como la mula y el buey no dejan de contemplarlo, de darle calor, de estarle cercano.

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Bibliografía:

La infancia de Jesús, Benedicto XVI.
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/1301021013-aprende-de-la-mula-y-el-buey

PRESENTAN POSTALES Y ESTAMPILLAS CONMEMORATIVAS DEL VIAJE DEL PAPA FRANCISCO AL PERÚ


Presentan postales y estampillas conmemorativas del viaje del Papa Francisco al Perú
 Foto: Conferencia Episcopal Peruana.




LIMA, 29 Nov. 17 / 07:37 pm (ACI).- La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y Servicios Postales del Perú (Serpost) presentaron las postales y estampillas conmemorativas del próximo viaje del Papa Francisco al país.

Las tarjetas postales han sido elaboradas en formato vertical y horizontal. Ambos diseños llevan la foto del Papa Francisco y el lema oficial de la visita apostólica, “Unidos por la Esperanza”.




El Papa Francisco viajará a Perú del 18 al 21 de enero de 2018, y visitará las ciudades de Puerto Maldonado, Trujillo y Lima.

En una de las cuatro estampillas se ha plasmado el logo oficial del viaje papal, mientras que en las otras tres se observa una imagen del Santo Padre junto a fotos de las ciudades que visitará.



Los fieles de todas las edades podrán escribir al Papa Francisco en las postales y depositarlas en el apartado postal No. 11-056.

En la presentación de las postales y estampillas estuvieron presentes el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli; el Coordinador de Medios para la visita papal y Arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos; el Presidente del Consejo Económico de la CEP, Mons. Antonio Santarsiero; y el Presidente del Directorio de Serpost, Raúl Camargo.

Mons. Cabrejos destacó que “esta colección memorable dedicada al Papa Francisco expresa el gran cariño y expectativa que siente el pueblo peruano por su próxima visita a nuestro país”.

“Con la puesta en circulación de las estampillas y postales, los peruanos podemos dirigirnos al Papa Francisco y compartir con él nuestras intenciones de cambio y deseos llenos de esperanza”.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 30 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Fiesta de San Andrés apostol
 Hoy, jueves, 30 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,9-18):

Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: «¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18,2-3.4-5

R/. A toda la tierra alcanza su pregón

El cielo proclama la gloria de Dios, 
el firmamento pregona la obra de sus manos: 
el día al día le pasa el mensaje, 
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien, 
sin que resuene su voz, 
a toda la tierra alcanza su pregón 
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,18-22):

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy jueves, 30 de noviembre de 2017
Luis Manuel Suárez CMF


Queridos amigos:

¿Cómo te encuentras en tus tareas o, si la tienes, en tu profesión?

Andrés, de quién hoy celebramos su fiesta, parece que se encontraba a gusto. Ahí le tenemos, echando el copo en el lago. Lo que había visto hacer a su padre, lo que antes había hecho el padre de su padre… Una tarea útil, que aporta alimento para otros… Una forma honrada de ganarse la vida. No era un alto cargo, pero te permitía vivir.

Pero he aquí que pasa Jesús y le llama. Y le ofrece un nuevo oficio: ser “pescador de hombres”. Seguirá siendo pescador: habrá que seguir esforzándose, madrugar y embarcar; habrá que seguir teniendo una sensibilidad fina como para saber cuándo y dónde echar la red; habrá que seguir teniendo fuerza como para tirar cuando haga falta; habrá que seguir repartiendo el fruto del trabajo, unos días más y otros menos… Pero ya no serán los peces el centro de la vida, sino las personas. Ya no habrá redes, sino palabras. Y ya no habrá una pequeña barca, sino que se trata de que todos vayamos en el mismo barco en las cosas importantes, en las cosas de Dios.

¿Cómo les sonaría a aquellos primeros discípulos la llamada a ser “pescadores de hombres”? ¿Qué tendría la mirada y la llamada de Jesús, para que lo dejaran todo y le siguieran?

Jesús también hoy sigue llamando. Como hace dos mil años, a algunos les pide que cambien de oficio. A otros, que sigan en el que están, pero de otra manera. Seas de los que seas, te invito a percibir la mirada que hoy Jesús te dirige y la llamada que te hace. Desde donde estás. Contando con lo que eres y tienes. Tenerle como patrón del nuevo negocio que te ofrece.

Escucharle y responderle. Algo que no se hace de una vez para siempre, sino que se repite una y otra vez a lo largo de la vida. Eso es el seguimiento de Jesús.

En ello estamos.

Vuestro hermano en la fe: 
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)