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miércoles, 13 de septiembre de 2017

ANTES DE LEER LA BIBLIA


Antes de leer la Biblia


Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te ambiente en un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios. Puede servirte la que sigue.

Dios, mi Padre bondadoso. Estoy rodeado de ruidos y voces. Estoy cansado de escuchar palabras sin verdad, sin el calor de la intimidad personal, sin la eficacia del amor comprometido. Tú, Señor, me hablas con una Palabra nueva. Por eso quiero escucharte. Porque tu Palabra me muestra la verdad, me revela la eficacia de tu amor, me ofrece la participación en tu misma vida. Señor, que tu Palabra se haga carne en mi vida. Te ofrezco un corazón pobre y abierto. Siembra en mí tu Palabra, que tu Espíritu la haga fecunda, como en el seno de María, la Santísima Virgen y Madre de Jesús. Y seré en el mundo el eco de tu voz, la proclamación de tu Evangelio. Amén.

La actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero es un don que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, será para ti una escalera para subir al cielo, te ofrecerá normas simples de vida inocente y te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano.



* Enviado por el P. Natalio

RELIGIOSOS EN BÉLGICA DESAFÍAN AL PAPA: SEGUIRÁN APLICANDO LA EUTANASIA EN 15 HOSPITALES


Religiosos en Bélgica desafían al Papa: Seguirán aplicando la eutanasia en 15 hospitales
 Crédito: Pixabay (Dominio Público)





BRUSELAS, 12 Sep. 17 / 06:02 pm (ACI).- El consejo administrativo del instituto religioso Belgian Brothers of Charity (Hermanos Belgas de la Caridad) anunció este martes 12 de septiembre que seguirá aplicando la eutanasia a los pacientes de sus centros psiquiátricos, a pesar de que el Vaticano les ordenó explícitamente dejar de hacerlo.

La postura de los religiosos belgas cambió luego de años de no aplicar la eutanasia en sus hospitales. Cuando algún paciente la solicitaba, por ser legal en el país europeo, lo transferían a otro centro de salud.

El consejo que controla estas instituciones, en el que participan algunos hermanos, anunció en la primavera europea que permitiría la eutanasia en los 15 hospitales psiquiátricos que administra, con alrededor de 5 mil pacientes.

Tras el cambio de postura, a la junta de Brothers of Charity Group (Grupo de Hermanos de la Caridad) se les dio de plazo hasta finales del mes de agosto para cumplir con la orden de la Santa Sede que consistía en dejar de ofrecer la eutanasia, un ultimátum que fue aprobado por el Papa Francisco.

También se pidió a los hermanos que firmaran una carta conjunta a su superior general, el Hermano Rene Stockman, en la que confirmaran su adhesión a las enseñanzas de la Iglesia.

En la declaración del 12 de septiembre, la organización desafió la orden del Vaticano y dijo que “sigue manteniendo su postura sobre la eutanasia en caso de pacientes con enfermedades mentales no terminales”.

Además, los religiosos alegan en su declaración que al expresar esta polémica postura contraria a las normas eclesiales, su organización “sigue siendo consistente con la doctrina de la Iglesia Católica. Nosotros lo creemos enfáticamente”.

La junta argumentó que su posición “siempre tiene en cuenta los cambios y las evoluciones dentro de la sociedad”, considerando al mismo tiempo “el reconocimiento de la postura excepcional y proporcional de la ética, la visión deontológica y la ideologización y la elección de conciencia”.

La postura de los religiosos belgas a favor de la eutanasia es contraria al Catecismo de la Iglesia Católica, que en el numeral 2277 establece que: “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable”.

Ahora, se espera que el Vaticano responde a la declaración de los religiosos belgas de este 12 de septiembre.

En cuanto a las posibles medidas punitivas que el Papa Francisco consideraría, el profesor Kurt Martens, un católico belga que enseña derecho canónico en la Universidad Católica de América, dijo a CNA Deutsche –agencia en alemán del Grupo ACI–  que “ya no serán hermanos y miembros del instituto; y las instituciones de salud perderían su derecho a llamarse católicas”.

LA ETERNIDAD NO SERÁ ABURRIDA


La eternidad no será aburrida
Meditación del Papa Francisco sobre un tema que a algunos cristianos parece preocupar


Por: . | Fuente: L Osservatore Romano 




Hace pocos días un joven amigo me preguntaba si alabar al Señor eternamente en el Cielo no sería algo muy aburrido, aunque ya le contesté en ese momento, creo oportuno recordar lo que el Papa nos decía hace ya algún tiempo sobre este tema en una de sus homilías en Santa Marta:

Son muchos los cristianos que no conocen la alegría. Si aprendieran a salir de sí mismos y a dar gracias a Dios, "comprenderían realmente esa alegría que nos hace libres". Este fue el núcleo de la homilía del Papa Francisco en la celebración eucarística del 31 de mayo de 2013, fiesta de la Visitación en aquel año.

"Las dos lecturas del día -apuntó el Pontífice refiriéndose a Sofonías (3, 14-18) y al Evangelio de Lucas (1, 39-56)- nos hablan de alegría, de gozo: "alégrate, grita de alegría", dice Sofonías. Gritar de alegría. ¡Es fuerte esto! "El Señor está contigo"; no temas; "no dejes caer los brazos". El Señor es poderoso; se alegrará por ti". Y en el relato evangélico, la alegría caracteriza la visita de María a Isabel. El Papa se fijó en ese "salto del niño en el seno de Isabel", revelado por ésta a María: "He aquí que en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno".

"Todo es alegría. Pero nosotros cristianos -indicó el Obispo de Roma- no estamos muy acostumbrados a hablar de alegría, de gozo. Creo que muchas veces nos gustan más los lamentos. ¿Qué es la alegría? La clave para comprender esta alegría es lo que dice el Evangelio: "Isabel fue colmada de Espíritu Santo". Es el Espíritu Santo quien nos da la alegría".

El Papa habló de otro aspecto de la alegría que nos viene del Espíritu. "Pensemos -dijo- en ese momento en el que la Virgen y san José llevaron a Jesús al templo para cumplir la Ley". Estaban también allí dos ancianos; pero el Evangelio no dice que estos fueron allí para cumplir la Ley, sino más bien impulsados por la "fuerza del Espíritu Santo. El Espíritu les condujo al templo". De modo que, ante Jesús, "hacen una oración de alabanza: éste es el Mesías, ¡bendito sea al Señor! Y hacen también una liturgia espontánea de alegría". Es la fidelidad madurada durante tantos años de espera del Espíritu Santo lo que hace que "este Espíritu venga y les dé la alegría".

"Es precisamente el Espíritu quien nos guía. Él es el autor de la alegría, el creador de la alegría. Y esta alegría en el Espíritu nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, nosotros, cristianos, no podemos llegar a ser libres. Nos convertimos en esclavos de nuestras tristezas", constató; en cambio, la alegría cristiana deriva precisamente de la alabanza a Dios. "¿Qué es este alabar a Dios?", se preguntó el Papa. "Alabarle a Él gratuitamente, como es gratuita la gracia que Él nos da" fue su respuesta. Y "la eternidad será esto: alabar a Dios. Pero esto no será aburrido, será bellísimo. Esta alegría nos hace libres".

El Papa concluyó con una observación: "Es precisamente la Virgen quien trae las alegrías. La Iglesia la llama causa de nuestra alegría, causa nostrae letitiae. ¿Por qué? Porque trae nuestra alegría más grande, trae a Jesús. Y trayendo a Jesús hace que "este niño salte de alegría en el seno de la madre". Ella trae a Jesús. Ella con su oración hace que el Espíritu Santo irrumpa. Irrumpe ese día de Pentecostés; estaba allí. Debemos rezar a la Virgen para que al traer a Jesús nos dé la gracia de la alegría, de la libertad; nos dé la gracia de alabar, de hacer oración de alabanza gratuita, porque Él es digno de alabanza, siempre".

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 13



“María es mujer. Es la bendita entre todas las mujeres. En ella Dios dignificó a la mujer en dimensiones insospechadas. En María el Evangelio penetró la feminidad, la redimió y la exaltó.

María es garantía de la grandeza femenina, muestra la forma específica de ser mujer, con esa vocación de ser alma, entrega que espiritualice la carne y encarne el espíritu” (Puebla 299).

Madre de bondad, te pedimos que ayudes con protección y cariño especiales a aquellas mujeres cuya dignidad ha sido desconocida, destruida, humillada…


* P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO SE EMOCIONA CON COLOMBIA: UN PUEBLO CON FUTURO ORGULLOSO DE SUS HIJOS


El Papa se emociona con Colombia: Un pueblo con futuro orgulloso de sus hijos
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 13 Sep. 17 / 03:30 am (ACI).- El Papa Francisco hizo balance de su reciente viaje apostólico a Colombia en la Audiencia General, en el Vaticano, y emocionado recordó cómo a su paso por las calles de Colombia los padres levantaban con orgullo a sus hijos para que los bendijera. “Yo pensé: ‘Un pueblo que es capaz de mostrar a sus hijos con orgullo es un pueblo con futuro’”.

“Eso me gustó mucho”, aseguró. “Mostraban a sus hijos como diciendo: ‘Este es nuestro orgullo, nuestra esperanza”. El pueblo colombiano “es un pueblo alegre, con mucho sufrimiento, pero con esperanza”.

En su catequesis, el Papa, con la cara todavía magullada como consecuencia del incidente que sufrió en el vehículo en el que hacía los traslados en Colombia, señaló que “en este viaje he sentido la continuidad con los dos Papas que antes que yo han visitado Colombia: el Beato Pablo VI en 1968, y San Juan Pablo II en 1986. Una continuidad fuertemente animada por el Espíritu, que guía los pasos del pueblo de Dios sobre el camino de la historia”.

Francisco destacó los esfuerzos del pueblo colombiano para lograr la reconciliación y destacó que “con mi visita he querido bendecir los esfuerzos de ese pueblo, confirmarlo en la fe y en la esperanza, y recibir su testimonio que supone una riqueza para mi ministerio y para toda la Iglesia”.

“Colombia, como la mayor parte de los países latinoamericanos –señaló–, es un país en el que existen unas fortísimas raíces cristianas. Y si este hecho hace todavía más agudo el dolor por la tragedia que la guerra ha causado, al mismo tiempo constituye la garantía de la paz, la base firme para su reconstrucción, el sustento de su invencible esperanza”.

“Es evidente que el maligno ha querido dividir al pueblo para destruir la obra de Dios, pero también es evidente que el amor de Cristo, su infinita Misericordia, es más fuerte que el pecado y que la muerte”.

El Pontífice destacó el deseo de vida y de paz en el corazón de la nación colombiana: “Lo he podido ver en los ojos de miles y miles de niños, muchachos y jóvenes que han llenado la plaza de Bogotá y que he encontrado por todas partes”.

Asimismo, también renovó su “apoyo pastoral” a los Obispos del país, “para su misión al servicio de la Iglesia, sacramento de Cristo nuestra paz y nuestra esperanza”.

El Pontífice repasó algunos de los momentos principales de su viaje. De forma especial, el Santo Padre recordó la jornada dedicada a la reconciliación en Villavicencio, “momento culminante de todo el viaje”.

El Papa destacó la beatificación de los mártires Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo, y de Pedro María Ramírez Ramos, sacerdote. “La beatificación de esos dos mártires recordó plásticamente que la paz se sustenta también, quizás sobre todo, en la sangre de tantos testigos del amor, de la verdad, de la justicia, y también en los verdaderos mártires asesinados por la fe, como los dos citados”.

“Escuchar sus biografías ha sido conmovedor hasta las lágrimas: lágrimas de dolor y, al mismo tiempo, de alegría. Delante de sus reliquias y delante de sus rostros, el santo pueblo fiel de Dios ha sentido la fuerza de su santidad, con dolor, pensando en tantas, demasiadas, víctimas, y con alegría, por la misericordia de Dios”.

Francisco también destacó la impresión que le produjo celebrar la Misa ante el Cristo de Bocayá, “sin brazos y sin piernas, mutilado como su pueblo”.

En Medellín, “el tema era la vida cristiana como discipulado: la vocación y la misión. Cuando los cristianos se empeñan a fondo en el camino de Jesucristo, se vuelven verdaderamente sal, luz y levadura en el mundo, y los frutos se vuelven abundantes”.

Uno de estos frutos “son los ‘Hogares’, las casas donde niños y jóvenes heridos de la vida pueden encontrar una nueva familia donde son amados, escuchados, protegidos y acompañados. Y otros frutos abundantes: son las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada que he podido bendecir y animar con alegría en un inolvidable encuentro con los consagrados y con sus familiares”.

“Y, finalmente, en Cartagena, la ciudad de San Pedro Claver, apóstol de los esclavos, el foco se situó sobre la promoción de la persona humana y de sus derechos fundamentales. San Pedro Claver, como más recientemente Santa María Bernarda Bütler, dio la vida por los más pobres y marginados, y así han mostrado la vida de la verdadera revolución, la evangélica, no la ideológica, que libera verdaderamente a la persona y a la sociedad de la esclavitud de ayer y, sobre todo, también de la de hoy”.

“En este caso, ‘dar el primer paso’, el lema del viaje, significa acercarse, inclinarse, tocar la carne del hermano herido y abandonado”, concluyó.

SAN JUAN CRISÓSTOMO, PATRONO DE LOS PREDICADORES, 13 SEPTIEMBRE


13 de Septiembre
San Juan Crisóstomo
Patrono de los predicadores
Año 407



 Icono de San Juan CrisóstomoA este santo arzobispo de Constantinopla, la gente le puso el apodo de "Crisóstomo" que significa: "boca de oro", porque sus predicaciones eran enormemente apreciadas por sus oyentes. Es el más famoso orador que ha tenido la Iglesia. Su oratoria no ha sido superada después por ninguno de los demás predicadores.
Nació en Antioquía (Siria) en el año 347. Era hijo único de un gran militar y de una mujer virtuosísima, Antusa, que ha sido declarada santa también.

A los 20 años Antusa quedó viuda y aunque era hermosa renunció a un segundo matrimonio para dedicarse por completo a la educación de su hijo Juan.

Desde sus primeros años el jovencito demostró tener admirables cualidades de orador, y en la escuela causaba admiración con sus declamaciones y con las intervenciones en las academias literarias. La mamá lo puso a estudiar bajo la dirección de Libanio, el mejor orador de Antioquía, y pronto hizo tales progresos, que preguntado un día Libanio acerca de quién desearía que fuera su sucesor en el arte de enseñar oratoria, respondió: "Me gustaría que fuera Juan, pero veo que a él le llama más la atención la vida religiosa, que la oratoria en las plazas".

Juan deseaba mucho irse de monje al desierto, pero su madre le rogaba que no la fuera a dejar sola. Entonces para complacerla se quedó en su hogar pero convirtiendo su casa en un monasterio, o sea viviendo allí como si fuera un monje, dedicado al estudio y la oración y a hacer penitencia.

Cuando su madre murió se fue de monje al desierto y allá estuvo seis años rezando, haciendo penitencias y dedicándose a estudiar la S. Biblia. Pero los ayunos tan prolongados, la falta total de toda comodidad, los mosquitos, y la impresionante humedad de esos terrenos le dañaron la salud, y el superior de los monjes le aconsejó que si quería seguir viviendo y ser útil a la sociedad tenía que volver a la ciudad, porque la vida de monje en el desierto no era para una salud como la suya.

El llegar otra vez a Antioquía fue ordenado de sacerdote y el anciano Obispo Flaviano le pidió que lo reemplazara en la predicación. Y empezó pronto a deslumbrar con sus maravillosos sermones. La ciudad de Antioquía tenía unos cien mil cristianos, los cuales no eran demasiado fervorosos. Juan empezó a predicar cada domingo. Después cada tres días. Más tarde cada día y luego varias veces al día. Los templos donde predicaba se llenaban de bote en bote. Frecuentemente sus sermones duraban dos horas, pero a los oyentes les parecían unos pocos minutos, por la magia de su oratoria insuperable. La entonación de su voz era impresionante. Sus temas, siempre tomados de la S. Biblia, el libro que él leía día por día, y meditaba por muchas horas. Sus sermones están coleccionados en 13 volúmenes. Son impresionantemente bellos.

Era un verdadero pescador de almas. Empezaba tratando temas elevados y de pronto descendía rápidamente como un águila hacia las realidades de la vida diaria. Se enfrentaba enardecido contra los vicios y los abusos. Fustigaba y atacaba implacablemente al pecado. Tronaba terrible su fuerte voz contra los que malgastaban su dinero en lujos e inutilidades, mientras los pobres tiritaban de frío y agonizaban de hambre.

El pueblo le escuchaba emocionado y de pronto estallaba en calurosos aplausos, o en estrepitoso llanto el cual se volvía colectivo e incontenible. Los frutos de conversión eran visibles.

 San Juan CrisóstomoEl emperador Teodosio decretó nuevos impuestos. El pueblo de Antioquía se disgustó y por ello armó una revuelta y en el colmo de la trifulca derribaron las estatuas del emperador y de su esposa y las arrastraron por las calles. La reacción del gobernante fue terrible. Envió su ejército a dominar la ciudad y con la orden de tomar una venganza espantosa. Entre la gente cundió la alarma y a todos los invadió el terror. El Obispo se fue a Constantinopla, la capital, a implorar el perdón del airado emperador y las multitudes llenaron los templos implorando la ayuda de Dios.

Y fue entonces cuando Juan Crisóstomo aprovechó la ocasión para pronunciar ante aquel populacho sus famosísimos "Discursos de las estatuas" que conmovieron enormemente a sus miles de oyentes logrando conversiones. Esos 21 discursos fueron quizás los mejores de toda su vida y lo hicieron famoso en los países de los alrededores. Su fama llegó hasta la capital del imperio. Y el fervor y la conversión a que hizo llegar a sus fieles cristianos, obtuvieron que las oraciones fueran escuchadas por Dios y que el emperador desistiera del castigo a la ciudad.

En el año 398, habiendo muerto el arzobispo de Constantinopla, le pareció al emperador que el mejor candidato para ese puesto era Juan Crisóstomo, pero el santo se sentía totalmente indigno y respondía que había muchos que eran más dignos que él para tan alto cargo. Sin embargo el emperador Arcadio envió a uno de sus ministros con la orden terminante de llevar a Juan a Constantinopla aunque fuera a la fuerza. Así que el enviado oficial invitó al santo a que lo acompañara a las afueras de la ciudad de Antioquía a visitar las tumbas de los mártires, y entonces dio la orden a los oficiales del ejército de que lo llevaran a Constantinopla con la mayor rapidez posible, y en el mayor secreto porque si en Antioquía sabían que les iban a quitar a su predicador se iba a formar un tumulto inmenso. Y así fue que tuvo que aceptar ser arzobispo.

Apenas posesionado de su altísimo cargo lo primero que hizo fue mandar quitar de su palacio todos los lujos. Con las cortinas tan elegantes fabricaron vestidos para cubrir a los pobres que se morían de frío. Cambió los muebles de lujo por muebles ordinarios, y con la venta de los otros ayudó a muchos pobres que pasaban terribles necesidades. El mismo vestía muy sencillamente y comía tan pobremente como un monje del desierto. Y lo mismo fue exigiendo a sus sacerdotes y monjes: ser pobres en el vestir, en el comer, y en el mobiliario, y así dar buen ejemplo y con lo que se ahorraba en todo esto ayudar a los necesitados.

Pronto, en sus elocuentes sermones empezó a atacar fuertemente el lujo de las gentes en el vestir y en sus mobiliarios y fue obteniendo que con lo que muchos gastaban antes en vestidos costosísimos y en muebles ostentosos, lo empezaran a emplear en ayudar a la gente pobre. El mismo daba ejemplo en esto, y la gente se conmovía ante sus palabras y su modo tan pobre y mortificado de vivir.

En aquellos tiempos había una ley de la Iglesia que ordenaba que cuando una persona se sentía injustamente perseguida podía refugiarse en el templo principal de la ciudad y que allí no podían ir las autoridades a apresarle. Y sucedió que una pobre viuda se sintió injustamente perseguida por la emperatriz Eudoxia y por su primer ministro y se refugió en el templo del Arzobispo. Las autoridades quisieron ir allí a apresarla pero San Juan Crisóstomo se opuso y no lo permitió. Esto disgustó mucho a la emperatriz. Y unos meses más tarde Eudoxia peleó con su primer ministro y se propuso echarlo a la cárcel. Él corrió a refugiarse en el templo del arzobispo y aunque la policía de la emperatriz quiso llevarlo preso, San Juan Crisóstomo no lo permitió. El ministro que antes había querido llevarse prisionera a una pobre mujer y no pudo, porque el arzobispo la defendía, ahora se vio él mismo defendido por el propio santo. Eudoxia ardía de rabia por todo esto y juraba vengarse pero el gran predicador gritaba en sus sermones: "¿Cómo puede pretender una persona que Dios le perdone sus maldades si ella no quiere perdonar a los que le han ofendido?"

Eudoxia se unió con un terrible enemigo que tenía Crisóstomo, y era Teófilo de Alejandría. Este reunió un grupo de los que odiaban al santo y entre todos lo acusaron de un montón de cosas. Por ej. Que había gastado los bienes de la Iglesia en repartir ayudas a los pobres. Que prefería comer solo en vez de ir a los banquetes. Que a los sacerdotes que no se portaban debidamente los amenazaba con el grave peligro que tenían de condenarse, y que había dicho que la emperatriz, por las maldades que cometía, se parecía a la pérfida reina Jetzabel que quiso matar al profeta Elías, etc., etc.

Al oír estas acusaciones, el emperador, atizado por su esposa Eudoxia, decretó que Juan quedaba condenado al destierro. Al saber tal noticia, un inmenso gentío se reunió en la catedral, y Juan Crisóstomo renunció uno de sus más hermosos sermones. Decía: "¿Qué me destierran? ¿A qué sitio me podrán enviar que no esté mi Dios allí cuidando de mí? ¿Qué me quitan mis bienes? ¿Qué me pueden quitar si ya los he repartido todos? ¿Qué me matarán? Así me vuelvo más semejante a mi Maestro Jesús, y como El, daré mi vida por mis ovejas..."

Ocultamente fue enviado al destierro, pero sobrevino un terremoto en Constantinopla y llenos de terror los gobernantes le rogaron que volviera otra vez a la ciudad, y un inmenso gentío salió a recibirlo en medio de grandes aclamaciones.

Eudoxia, Teófilo y los demás enemigos no se dieron por vencidos. Inventaron nuevas acusaciones contra Juan, y aunque el Papa de Roma y muchos obispos más lo defendían, le enviaron desterrado al Mar Negro. El anciano arzobispo fue tratado brutalmente por algunos de los militares que lo llevaban prisionero, los cuales le hacían caminar kilómetros y kilómetros cada día, con un sol ardiente, lo cual lo debilitó muchísimo. El trece de septiembre, después de caminar diez kilómetros bajo un sol abrasador, se sintió muy agotado. Se durmió y vio en sueños que San Basilisco, un famoso obispo muerto hacía algunos años, se le aparecía y le decía: "Animo, Juan, mañana estaremos juntos". Se hizo aplicarlos últimos sacramentos; se revistió de los ornamentos de arzobispo y al día siguiente diciendo estas palabras: "Sea dada gloria a Dios por todo", quedó muerto. Era el 14 de septiembre del año 404.

Eudoxia murió unos días antes que él, en medio de terribles dolores.

Al año siguiente el cadáver del santo fue llevado solemnemente a Constantinopla y todo el pueblo, precedido por las más altas autoridades, salió a recibirlo cantando y rezando.

El Papa San Pío X nombró a San Juan Crisóstomo como Patrono de todos los predicadores católicos del mundo.

Que Dios nos siga enviando muchos predicadores como él.

¿Si Dios está con nosotros, quién podrá contra nosotros? (San Pablo Rom.8).

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 13 SEPTIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 23ª semana del Tiempo Ordinario
13 de septiembre





Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-11):

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. Eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre los desobedientes. Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio, deshaceos de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 144,2-3.10-11.12-13ab 

R/. El Señor es bueno con todos

Día tras día, te bendeciré 
y alabaré tu nombre por siempre jamás. 
Grande es el Señor, merece toda alabanza, 
es incalculable su grandeza. R/.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, 
que te bendigan tus fieles; 
que proclamen la gloria de tu reinado, 
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres, 
la gloria y majestad de tu reinado. 
Tu reinado es un reinado perpetuo, 
tu gobierno va de edad en edad. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,20-26):

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»

Palabra del Señor

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Comentario del Evangelio
Queridos hermanos:

Parece que San Pablo esta semana no nos deja respirar. O más bien nos está enseñando a hacerlo, jugando con los significados del verbo aspirar en castellano: "aspirad a los bienes de allá arriba, donde está Cristo". Sería conveniente para nuestros pulmones cristianos "aspirar" los bienes de arriba, en lugar de aquellos que contaminan el oxígeno de la fe. Seguro que respiraríamos mejor y tendríamos una vida cristiana más saludable.

Hoy nos invitan por todos lados a cuidar nuestra salud corporal, a buscar una calidad de vida. Y es algo bueno. Pero es incomparablemente mejor cuidar la vida que no se acaba o para que no se acabe, como queréis. Tenemos un futuro de gloria que nos invita a ir dejando todo aquello que configura la vieja condición humana y que tanto aflora, aunque se quiera abandonar. Todos tendríamos que dejar de inhalar impurezas, pasiones, fornicaciones, codicias, avaricias, iras, maldad, calumnias, groserías... No nos engañemos: se dan en múltiples formas y colores en la vida cotidiana. A veces, incluso, so capa de piedad. Y, además, ese aire contaminado de la vieja condición humana ya tiene su consuelo, su recompensa. Nos lo recuerda Jesús, en el pasaje de Lucas que leemos hoy. Pero es un consuelo que no tiene la dicha, la recompensa de quienes aspiran a construir el Reino de Dios y su justicia. Mejor ser dichosos sin nada, que consolados-ansiosos con todo lo que mancha el corazón del hombre. ¿No os parece?


* Ciudadredonda