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sábado, 28 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO: DOMINGO 29 DE JUNIO DEL 2014



SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO
Domingo 29 de Junio del 2014

Tan atrás como en el siglo cuarto se celebraba una fiesta en memoria de los Santos Pedro y Pablo en el mismo día, aunque el día no era el mismo en Oriente que en Roma. El Martirologio Sirio de fines del siglo cuarto, que es un extracto de un catálogo Griego de santos del Asia Menor, indica las siguientes fiestas en conexión con la Navidad (25 de diciembre): 26 dic. San Estéban; 27 dic. Santos Santiago y Juan; 28 dic. Santos Pedro y Pablo.

La fiesta principal de los Santos Pedro y Pablo se mantuvo en Roma el 29 de junio tan atrás como en el tercero o cuarto siglo. La lista de fiestas de mártires en el Cronógrafo de Filócalo coloca esta nota en la fecha - "III. Kal. Jul. Petri in Catacumbas et Pauli Ostiense Tusco et Basso Cose." (=el año 258) . El "Martyrologium Hieronyminanum" tiene, en el Berne MS., la siguiente nota para el 29 de junio: "Romae via Aurelia natale sanctorum Apostolorum Petri et Pauli, Petri in Vaticano, Pauli in via Ostiensi, utrumque in catacumbas, passi sub Nerone, Basso et Tusco consulibus" (ed. de Rossi--Duchesne, 84).

La fecha 258 en las notas revela que a parir de ese año se celebraba la memoria de los dos Apóstoles el 29 de junio en la Vía Apia ad Catacumbas (cerca de San Sebastiano fuori le mura), pues en esta fecha los restos de los Apóstoles fueron trasladado allí (ver arriba). Más tarde, quizá al construirse la iglesia sobre las tumbas en el Vaticano y en la Vía Ostiensis, los restos fueron restituidos a su anterior lugar de descanso: los de Pedro a la Basílica Vaticana y los de Pablo la iglesia en la Vía Ostiensis.

En el sitio Ad Catacumbas se construyó, tan atrás como en el siglo cuarto, una iglesia en honor de los dos Apóstoles. Desde el año 258 se guardó su fiesta principal el 29 de junio, fecha en la que desde tiempos antiguos se celebraba el Servicio Divino solemne en las tres iglesias arriba mencionadas (Duchesne, "Origines du culte chretien", 5ta ed., París, 1909, 271 sqq., 283 sqq.; Urbano, "Ein Martyrologium der christl. Gemeinde zu Rom an Anfang des 5. Jahrh.", Leipzig, 1901, 169 sqq.; Kellner, "Heortologie", 3ra ed., Freiburg, 1911, 210 sqq.). La leyenda procuró explicar que los Apóstoles ocupasen temporalmente el sepulcro Ad Catacumbas mediante la suposición que, enseguida de la muerte de ellos los Cristianos del Oriente deseaban robarse sus restos y llevarlos al Este. Toda esta historia es evidentemente producto de la leyenda popular.

Una tercera festividad de los Apóstoles tiene lugar el 1 de agosto: la fiesta de las Cadenas de San Pedro. Esta fiesta era originariamente la de dedicación de la iglesia del Apóstol, erigida en la Colina Esquilina en el siglo cuarto. Un sacerdote titular de la iglesia, Filipo, fue delegado papal al Concilio de Éfeso en el año 431. La iglesia fue reconstruida por Sixto II (432) a costa de la familia imperial Bizantina. La consagración solemne pudo haber sido el 1 de agosto, o este fue el día de la dedicación de la anterior iglesia. Quizá este día fue elegido para sustituir las fiestas paganas que se realizaban el 1 de agosto. En esta iglesia, aún en pié (S. Pietro en Vincoli), probablemente se preservaron desde el siglo cuarto las cadenas de San Pedro que eran muy grandemente veneradas, siendo considerados como reliquias apreciadas los pequeños trozos de su metal.

De tal modo, la iglesia desde muy antiguo recibió el nombre in Vinculis, convirtiéndose la fiesta del 1 de agosto en fiesta de las cadenas de San Pedro (Duchesne, op. cit., 286 sqq.; Kellner, loc. cit., 216 sqq.). El recuerdo de ambos Pedro y Pablo fue más tarde relacionado con dos lugares de la antigua Roma: la Vía Sacra, en las afueras del Foro, adonde se decía que fue arrojado al suelo el mago Simón ante la oración de Pedro y la cárcel Tullianum, o Carcer Mamertinus, adonde se supone que fueron mantenidos los Apóstoles hasta su ejecución.

También en ambos lugares se erigieron santuarios de los Apóstoles y el de la cárcel Mamertina aún permanece en casi su estado original desde la temprana época Romana. Estas conmemoraciones locales de los Apóstoles están basadas en leyendas y no hay celebraciones especiales en las dos iglesias. Sin embargo, no es imposible que Pedro y Pablo hayan sido confinados en la prisión principal de Roma en el fuerte del Capitolio, de la cual queda como un resto la actual Carcer Mamertinus.

REFLEXIONES DIARIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: SÁBADO 28 DE JUNIO



JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Una reflexión para cada día del mes de junio.


Oración introductoria de cada día

Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa ingrato, te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.

Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.

Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.

Dispón de mí y de mis cosas,Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.

P. León Dehón







28. -LA SANTA MISA

¡El Sagrado Corazón de Jesús se hace víctima por todos en la eucaristía! Es el sol de la tierra. En la Misa no eres tú el que rezas, es Jesús quien reza por ti. Es la gloria y la alabanza a la Trinidad, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, la fuerza y la gracia de los justos, el refrigerio de las almas del Purgatorio, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, el beneficio de la Iglesia, la medicina contra las enfermedades espirituales. San Isidro Labrador antes de ir al campo se empapaba de este bálsamo de adoración y amor. ¿Cómo vives tú la Santa Misa?

EL ABRAZO




El abrazo


Hay algo acerca de un simple abrazo que siempre reconforta; 
nos da la bienvenida a casa, y nos facilita el partir. 
Un abrazo es una forma de compartir la alegría, y los momentos
tristes por los que pasamos. 
Puede ser solo el modo en que los amigos te dicen que les 
agradas por el simple hecho de ser tú. 

Los abrazos tienen sentido para todos, para quienes de verdad 
nos interesan, desde la abuela hasta el vecino, o un posible 
osito de peluche. 

Un abrazo es una cosa asombrosa, es la forma perfecta para 
demostrar el amor que sentimos, cuando no encontramos las 
palabras adecuadas. 

Es gracioso como un pequeño abrazo hace a todos sentirse bien. 
Es un lenguaje universal. 

Abrazar no requiere equipo nuevo, baterías especiales o 
herramientas. 

Sólo abre tus brazos y abre tu corazón. 

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María
Papa Pío XII

¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.

Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.

GRACIAS SEÑOR...


Gracias Señor


Gracias, Señor, por ese espacio lleno de cielo que sale a nuestro
paso para llenar el corazón con su belleza. Gracias por el pan que
nos das para aplacar el hambre. Por la risa del niño que se vuelve
caricia. Por el mar y la nube. Por el don de sentir a plenitud la
vida.

Gracias por cada hora, aún cuando no todas sean iguales de buenas.
Gracias por el valor de la mariposa que enciende sin conciencia de su milagro, un pabilo de ensueño. Gracias, Señor, por los espejos
maravillosos del mirar de nuestros padres y nuestras mentes. Por la
amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.

Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora, por haber
puesto trinos y alas en las ramas. Gracias por cada gota de rocío y
por el arco y por el árbol que madruga su júbilo en el fruto.

Gracias, Señor, por el ayer que se prendió al recuerdo. Por el hoy
que vivimos y por el mañana que nos espera con sus brazos repletos de misterio. Gracias, a través de mis labios, desde mi alma, en nombre de aquellos que se olvidaron de dártelas, en nombre de los que somos y los que seremos.

Gracias por toda la eternidad

Amén

GOTITAS DE AMOR



Gotitas de amor


Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria; y una pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar
y volvía a ir una y otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron:

- Oye, por qué estás haciendo eso?
Cómo es posible?
Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones?
Date cuenta: No lo vas a lograr.

Y el ave humildemente contestó:
"El bosque me ha dado tanto, le amo tanto, yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser.
Este bosque es mi origen y mi hogar y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar".

Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el incendio.

"Cada gotita de agua apacigua un incendio.
Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos, un mejor mañana será su reflejo.

No subestime sus gotas: millones de ellas forman un océano.
Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado"

LA FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA: SÁBADO 28 DE JUNIO DEL 2014


LA FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

La Fiesta del Corazón Inmaculado de María fue instituida por el Papa Pío XII el 4 de mayo de 1944 y es celebrada el sábado siguiente a la Solemnidad del Corpus Christi y un día después del Sagrado Corazón de Jesús con el fin de destacar que los dos corazones son inseparables.

Esta devoción fue difundida por San Juan Eudes en el siglo XVII a quien el Papa San Pío X llamaba "El apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones".

La práctica que marca esta devoción fue dada por la Santísima Virgen cuando se apareció en diciembre de 1925 a Lucía Martos, una de las videntes de Fátima expresando: “Yo prometo asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme reparación".

Esta fiesta litúrgica fue declarada por San Juan Pablo II de naturaleza “obligatoria” y no “opcional”, es decir, que en todo el mundo se debe realizar la liturgia de esta celebración.

El Fundador de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, San Antonio María Claret, dió con su vida testimonio de amor a esta advocación y sus misioneros salen por el mundo entero a difundir la devoción.

Cuando el mundo vivía el horror de la Segunda Guerra Mundial en 1942, el Papa Pío XII lo consagró al Corazón Inmaculado de María.

También el 13 de octubre de 2013 ante unas 100 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco consagraba nuevamente el mundo ante la imagen original de la Virgen de Fátima que fue llevada a Roma desde su santuario en Portugal, subrayando que “la fe es fidelidad definitiva, como aquella de María”.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: SÁBADO 28 DE JUNIO


Nardo del 28 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón!

Meditación: Oh Señor, que no sólo nos mostraste los secretos de Tu Corazón, sino que nos regalaste el Corazón de Tu Madre, la Mujer Perfecta, la Llena de Gracia, la Virgen Purísima que regaría la tierra a través de su llanto, para limpiarla de todo pecado. En la aridez flores de pureza crecerían, cultivadas por Tu Madre Bendita. María, que iluminas las tinieblas de ésta tierra yerra, con la pura nieve que cae de Tu Inmaculado Corazón, con una promesa de misericordia y perdón, haz que se abra nuestro corazón para la conversión, para esperar con alegría, en medio de toda tribulación, el Triunfo de Tu Inmaculado Corazón, por Ti profetizado .

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos en este día las consagraciones al Inmaculado Corazón de María y al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Acto de Consagración al Inmaculado Corazón 
de María
por San Maximiliano Kolbe


Oh Reina Inmaculada del Cielo y de la tierra, Refugio de los pecadores y nuestra Madre Amantísima, a quien Dios a hecho Tesorera de Su Misericordia, Yo, indigno pecador, me postro a Tus Santísimos Pies y te suplico humildemente me aceptes, todo e íntegro, como Tu propiedad.

A Ti, Oh Madre, Te ofrezco todas las facultades de mi alma y de mi cuerpo, y pongo mi vida, mi muerte y mi eternidad en Tus manos, para que Tu puedas usar de todo mi ser de acuerdo con Tu voluntad. Sírvete de mi, Oh Virgen Inmaculada, como Tu lo desees para cumplir lo que se ha escrito de Ti.  - “Ella aplastará tu cabeza,” y “Tu has destruido todas las herejías en el mundo.”

Dígnate convertirme en Tus Purísimas y Misericordiosas manos, en un instrumento útil para hacerte conocida y amada por tantas almas errantes e indiferentes, y para aumentar tanto como sea posible el número de los que verdaderamente Te admiran y Te aman, para que el Reinado del Sacratísimo Corazón de Jesús pueda ser propagado por el mundo.

Así, Oh Santísima Madre Inmaculada, solo con Tu ayuda, lo pueda yo, pues dondequiera otorgaste Tu gracia solo allí puede alcanzarse la conversión y santificación de las almas, solo allí,  puede establecerse el Dulce Reinado del Sacratísimo Corazón de Jesús.

V. Oh Santísima Virgen, hazme digno de alabarte.

R. Dame fortaleza contra Tus enemigos.

“Jesús, María, os amo. Salvad a las almas.”

LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL


Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
La lucha entre el bien y el mal
¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones



Tocamos continuamente la lucha entre el bien y el mal. En la familia y en el trabajo. En la ciudad y en el Estado. Entre amigos y con desconocidos. 

Esa lucha penetra también en lo más profundo de mi corazón. A veces opto por el bien: soy generoso, perdono, fomento la paciencia, me comprometo a ayudar a familiares, amigos y conocidos. Otras veces elijo el mal: busco sólo mis intereses, me dejo atrapar por la avaricia, envidio a quien parece tener éxito, daño con mi lengua a cercanos o lejanos. 

Se trata de una lucha que recorre toda la historia humana, y que llegó a niveles inauditos durante la vida de Cristo: el Maligno en persona tentó al Maestro, y desencadenó odios que llevaron al drama del Calvario. 

Pero la última palabra de la historia humana queda en manos de Dios, que es bueno, omnipotente, misericordioso. La esperanza, desde entonces, es la palabra clave para la vida del cristiano. 

En medio de la lucha, ante las tentaciones de cada día, necesitamos mirar hacia un crucifijo para aprender el camino que lleva a la victoria: humildad, total obediencia al Padre, perdón, entrega hasta el heroísmo. 

Tenemos, además, la presencia de una Madre. Ella está cerca de los hijos. Ella nos indica el camino que lleva a Cristo. Ella nos da un ejemplo maravilloso de escucha y acogida de todo aquello que Dios pueda pedirnos. 

A la Virgen María san Juan Pablo II dirigió una emotiva oración ante los males del mundo, que necesitamos recordar en medio de la lucha que vivimos en nuestros días: 

¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy y que con sus efectos inconmensurables pesa ya sobre la vida presente y da la impresión de cerrar el camino hacia el futuro. 

¡Del hambre y de la guerra, líbranos! 

¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos! 

¡De los pecados contra la vida del hombre desde su primer instante, líbranos! 

¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos! 

¡De toda clase de injusticias en la vida social, nacional e internacional, líbranos! 

¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos! 

¡De la tentativa de ofuscar en los corazones humanos la verdad misma de Dios, líbranos! 

¡Del extravío de la conciencia del bien y del mal, líbranos! 

¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!, ¡líbranos! (Juan Pablo II, 25 de marzo de 1984). 

Estamos en una lucha a muerte. Cada derrota implica un avance del pecado en nuestra historia. Cada victoria abre el mundo a Dios y aumenta el amor hacia el hermano. 

En este momento decido. Necesito ayuda, desde una súplica humilde a Cristo y a su Madre para que la gracia triunfe en más y más corazones, también en el mío... 

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 28 DE JUNIO DEL 2014

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
El Niño Jesús en el templo
Lucas 2, 41-51. Corazón Inmaculado de María. Que como María, nuestra vida sea un peregrinar en la fe cuando no entendamos los por qué de la vida.
 
El Niño Jesús en el templo
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-51


María y José iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les dijo: Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. 

Oración introductoria

Dios nuestro, Tú que has preparado en el corazón inmaculado de la Virgen María una digna morada al Espíritu Santo, haz que por su intercesión, llegue a ser templo digno de tu gloria.

Petición

Espíritu Santo, dame la fortaleza para cumplir la voluntad de Dios.

Meditación del Papa Francisco

Mientras se encuentra en Jerusalén para presentarlo en el templo, con la alegría de los ancianos Simeón y Ana, tiene lugar también la promesa de una espada que le atravesaría el corazón y la profecía de un signo de contradicción. Ella se da cuenta de que la misión y la identidad misma de ese Hijo, superan su ser madre. Llegamos luego al episodio de Jesús que se pierde en Jerusalén y le buscan: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así?", y la respuesta de Jesús que se aparta de las preocupaciones maternas y se vuelve a las cosas del Padre celestial.
Sin embargo, ante todas estas dificultades y sorpresas del proyecto de Dios, la esperanza de la Virgen no vacila nunca. Mujer de esperanza. Esto nos dice que la esperanza se alimenta de escucha, contemplación y paciencia, para que maduren los tiempos del Señor. (S.S. Francisco, 21 de noviembre de 2013). .

Reflexión

Quién mejor que una madre como María sabe lo que significa perder al Hijo de Dios, y a su propio hijo. Si en eso momentos Dios Padre le hubiese pedido cuentas a María de la educación de su hijo ¿qué hubiese respondido María? ¿Se me perdió y no lo encuentro o está cumpliendo tu voluntad? Por lo angustiada que estaba parecería que respondería se me perdió. Con esto no hay otra prueba más convincente de que María amaba a Jesús como tantas otras madres posiblemente amaban sus hijos. Era su hijo y como tal lo amaba y lo cuidaba. Sin embargo, el mismo amor de madre le llevó a callarse ante la respuesta de Jesús: tenía que ocuparme de las cosas de mi padre. ¿Que Jesús no sabía que María estaba dando su vida por Él? ¿No sabía que sin la ayuda de una madre no hubiese podido sobrevivir? ¿Y que si no moría de hambre moriría asesinado por los hombres de Herodes? Posiblemente lo sabía pero también tenía bien claro la misión que debía cumplir, y debía comenzar cuanta antes.

Pero detengamos por más tiempo nuestra mirada en María. Una madre que ha cuidado durante 12 años a su hijo y ahora su hijo le sale con esta respuesta tan desconcertante. Son los riesgos de una madre. A más amor por el hogar más sacrificios que debe afrontar.

Ojalá que en nuestra vida también se cumplan estas palabras que dijo San Juan Pablo II de ella: toda su vida fue una peregrinación de fe. Porque caminó entre sombras y esperó en lo invisible, y conoció las mismas contradicciones de nuestra vida terrena.

Propósito

Que como María también nuestra vida sea un peregrinar en la fe cuando no entendamos los por qué de la vida y ofrecer un misterio del rosario por un miembro de mi familia que esté alejado de la Iglesia.

Diálogo con Cristo

Señor Jesús, la angustia que pasó la santísima Virgen al no encontrarte es la peor pesadilla de cualquier padre de familia. Qué difícil debe haber sido para ella el no entender tu aparente indiferencia a su sufrimiento. Permíteme crecer en tu gracia para que, al igual que María, sepa aceptar la angustia o el dolor, sin dejar mi oración, confiando siempre en tu Divina Providencia.