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miércoles, 7 de mayo de 2014

ORACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA


ORACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA

Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria

Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

LA BIBLIA: LA PALABRA DE DIOS NOS ACERCA A TODOS


LA BIBLIA:  la Palabra de Dios se pueden acercar todos

Hay dos modos de acercarse a la Biblia. El primero es considerarla un libro antiguo y el segundo es el de creer que contiene la Palabra viva de Dios para nosotros
 



Jesús se ha quedado entre nosotros de dos maneras: en la Eucaristía y en su Palabra. En ambas está Él presente: en la Eucaristía en forma de alimento, en la Palabra en forma de luz y de verdad. La Palabra tiene una gran ventaja sobre la Eucaristía. A la comunión no se pueden acercar más que los que ya creen y están en estado de gracia; a la Palabra de Dios, en cambio, se pueden acercar todos


4 mayo 2014 

«¿Acaso no ardía nuestro corazón mientras hablaba con nosotros, en el camino, cuando nos explicaba las Escrituras?». Deseamos reflexionar precisamente sobre este punto del Evangelio relativo a los discípulos de Emaús: las Escrituras.

Hay dos modos de acercarse a la Biblia. El primero es considerarla un libro antiguo, lleno de sabiduría religiosa, de valores morales y también de poesía. Desde este punto de vista es absolutamente el libro más importante para comprender nuestra cultura occidental y la religión judeo-cristiana. Es también el libro más impreso y más leído de toda la humanidad.

Pero existe otro modo, mucho más comprometido, de aproximarse a la Biblia; es el de creer que contiene la Palabra viva de Dios para nosotros. Que es un libro «inspirado», esto es, escrito, sí, por autores humanos, con todos sus límites, pero con la intervención directa de Dios. Un libro humanísimo y, a la vez, divino, que habla al hombre de todos los tiempos, les revela el sentido de la vida y de la muerte.

Sobre todo les revela el amor de Dios. Si todas las Biblias del mundo, decía san Agustín, por algún cataclismo, fueran destruidas y quedara una sola copia, y de ésta ya no fuera legible más que una página, y de tal página sólo una línea, si esta línea es la de la primera Carta de Juan donde está escrito: «Dios es amor», toda la Biblia se habría salvado, porque se resume en esto. Ello explica por qué tantas personas se encaminan a la Biblia sin cultura, sin grandes estudios, con sencillez, con fe en que es el Espíritu Santo quien habla en ella, y ahí encuentran respuestas a sus problemas, luz, aliento, en una palabra: vida.

Las dos formas de acercarse a la Biblia -la erudita y la de fe- no se excluyen; es más, deben mantenerse unidas. Es necesario estudiar la Biblia, los modos en que se hay que interpretarla (o tener en cuenta los resultados de quienes así la estudian), para no caer en el fundamentalismo. El fundamentalismo consiste en tomar un versículo de la Biblia literalmente y aplicarlo tal cual a las situaciones de hoy, sin considerar la diferencia de cultura, de tiempo, los distintos géneros literarios de la Biblia. Se cree, por ejemplo, que el mundo tiene poco más de cuatro mil años de edad porque son los años que se desprenden de la Biblia, si bien sabemos que, si hablamos de años, el mundo tiene varios miles de millones, sólo que la Biblia no está escrita para hacer ciencia, sino para dar salvación. Dios, en la Biblia, se ha adaptado a hablar en el modo que los hombres del tiempo pudieran entender; no ha escrito sólo para los hombres de la era tecnológica.

Por otro lado, sin embargo, reducir la Biblia a un mero objeto de estudio y de erudición, permaneciendo neutrales ante su mensaje, significaría matarla. Sería como si un novio que ha recibido una carta de amor de su novia se pusiera a examinarla con el diccionario, desde el punto de vista de la gramática y de la sintaxis, y se detuviera en estos aspectos, sin percibir el amor que contiene. Leer la Biblia sin fe es como abrir un libro en plena noche: no se ve nada, o al menos no lo esencial. Leer la Escritura con fe significa leerla con referencia a Cristo, captando, en cada página, aquello que tiene que ver con Él. Igual que Él hizo con los discípulos de Emaús.

Jesús se ha quedado entre nosotros de dos maneras: en la Eucaristía y en su Palabra. En ambas está Él presente: en la Eucaristía en forma de alimento, en la Palabra en forma de luz y de verdad. La Palabra tiene una gran ventaja sobre la Eucaristía. A la comunión no se pueden acercar más que los que ya creen y están en estado de gracia; a la Palabra de Dios, en cambio, se pueden acercar todos, creyentes y no creyentes, casados y divorciados. Es más, para llegar a ser creyentes, el medio más normal es precisamente el de escuchar la Palabra de Dios.


Autor: Raniero Cantalamessa | Fuente: Religión en Libertad

FLORECILLAS A MARÍA: 7 DE MAYO


FLORECILLAS A MARIA
Flor del  7 de mayo: Madre amable

Meditación: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre de Mi Señor” (Lucas 1,43). María es diligente y amorosa, consuela, ayuda, fortalece, sirve…igual que su Hijo. “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. A cada uno pedirá Dios cuenta de nuestros prójimos; nadie está tan aislado que pueda labrarse, abstrayéndose de toda otra alma, su propia salvación. Busquemos dar amor, consolando afligidos, visitando enfermos, corrigiendo con dulzura a los que se equivocan, siendo a semejanza de María con humildad y amor testimonios del Amor. “Ora y labora”.

Oración: ¡Oh tierno Corazón de María!. Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor, lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte si. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Procurar ser amable con los demás.

REGLA DE TRES



Regla de tres


Tres cosas hay que gobernar: el genio, la lengua y la conducta.

Tres hay que amar: El valor, la mansedumbre y el afecto.

Tres hay que odiar: La crueldad, la arrogancia y la ingratitud.

Tres hay que gozar: La franqueza, la libertad y la belleza.

Tres hay que desear: La salud, los amigos y la nobleza.

Tres hay que evitar: La ociosidad, la locuacidad y los chismes.

Tres por lo que se luche: Dios, Hogar y Patria.

Tres hay que admirar: Intelecto, dignidad y gracia.

Tres hay que meditar: La vida, la muerte y el amor.

RECUERDA SIEMPRE



Recuerda siempre


1. Tu presencia es un regalo para el mundo. 

2. Eres una persona única en un millón. 

3. Tu vida puede ser como tu quieras que sea. 

4. Vive cada día con intensidad. 

5. Cuenta tus alegrías, no tus desdichas. 

6. Lucharás contra la adversidad que se presente. 

7. Dentro tuyo hay infinitas respuestas. 

8. Comprende, ten coraje, se fuerte. 

9. No te impongas límites. 

10. Hay tantos sueños que esperan ser realizados!!! 

11. Las decisiones son demasiado importantes para librarlas al azar. 

12. Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio. 

13. No hay nada tan desgastante como las preocupaciones. 

14. Cuanto más carguemos con un problema, más pesado se hace. 

15. No te tomes las cosas con tanta seriedad. 

16. Vive una vida de serenidad, no de lamentos. 

17. Recuerda que un poco de amor recorre un largo camino. 

18. Recuerda que mucho es para siempre. 

19. Recuerda que la amistad es una sabia inversión. 

20. Los tesoros de la vida son las personas unidas. 

21. Nunca es tarde. 

22. Transforma lo cotidiano en extraordinario. 

23. Ten salud, esperanza y felicidad. 

24. DEJA QUE DIOS GUIE TU VIDA. 

Y jamás olvides... ni siquiera por un día... cuan especial eres.

LA TUTELA DE LOS MENORES

Autor: Iacopo Scaramuzzi | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
La tutela de los menores
La Comisión del Papa: ha llegado la hora de la responsabilidad en la Iglesia por los casos de pederastia
 
La tutela de los menores
La tutela de los menores
Hacer que la Iglesia católica sea un lugar «protegido» para los niños. Superar «la ignorancias y las resistencias» que se opongan a la transparencia. Aplicar las líneas guía exigidas a las Conferencias Episcopales de todo el mundo por la Congregación para la Doctrina de la Fe, evitando que caigan en el olvido. Promover, «con protocolos y procedimientos» eficaces y transparentes, la «accountability» de todos los miembros de la Iglesia, sin importar su nivel jerárquico. Es el programa de trabajo de la nueva Comisión pontificia para la tutela de los menores que se reunió por primera vez del jueves primero de mayo al sábado 3 en la Casa Santa Marta, en donde vive el Papa.

El objetivo del encuentro, como se anunció previamente, fue presentar al Santo Padre sugerencias acerca de las funciones de dicha Comisión y proponer el nombramiento de otros miembros procedentes de diversos lugares del mundo. Los miembros que participaron en este encuentro son: Catherine Bonnet, Francia; Marie Collins, Irlanda; Sheila Baroness Hollins, Reino Unido ; el cardenal Sean Patrick O´Malley, O.F.M.Cap, Estados Unidos ; Claudio Papale, Italia; Hanna Suchocka, Polonia; Humberto Miguel Yáñez, S.I., Argentina y Hans Zollner, S.I., Alemania. Al final del encuentro, con motivo de un briefing para los medios de comunicación, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la Comisión publicó una declaración.

«Mientras comenzamos juntos nuestro servicio, deseamos expresar nuestra profunda solidaridad a todas las víctimas que han sufrido abusos sexuales como niños o adultos vulnerables, y deseamos indicar que, desde que comenzó nuestro trabajo, hemos adoptado el principio de que el bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario al momento de tomar cualquier decisión», indicó el cardenal estadounidense Sean O’Malley, coordinador del grupo, durante la conferencia de prensa de la Comisión.

«Durante nuestros encuentros –explicó el purpurado que también pertenece al "C8" de los consejeros de Papa Francisco–, cada uno de nosotros ha compartido ideas, experiencias y aspiraciones sobre esta Pontificia Comisión. Respondiendo a la solicitud del Santo Padre, la discusión se ha centrado en la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias. En nuestras conversaciones también hemos examinado muchas propuestas sobre la forma en que la Comisión podría colaborar con expertos de sectores relacionados con la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables. También nos hemos encontrado con varios miembros de la Curia romana de cara a una futura cooperación, entre ellos representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación para el Clero, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de la Gendarmería Vaticana».

Al responder a las preguntas de los periodistas, el cardenal capuchino afirmó: «Personalmente, no he encontrado resitencias, pero algunas personas no entienden que no se trata de un problema estadounidense, alemán o irlandés, sino que debe ser afrontado en todo el mundo. Hay ignorancia si se niega el problema, se requiere un esfuerzo educativo para que la Iglesias ea un lugar protegido para los niños». Por este motivo, además, la comisión se enriquecerá con la presencia de otros miembros para que pueda ocuparse mejor de la situación en todas las regiones del mundo. 

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 7 DE MAYO DEL 2014

Autor: Omar López | Fuente: Catholic.net
Jesús, pan de vida
Juan 6, 35-40. Pascua. ¡Con cuánto fervor debemos participar en la Eucaristía!
 
Jesús, pan de vida
Del santo Evangelio según san Juan 6, 35-40

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.

Oración introductoria

Jesús, la promesa que haces de acoger siempre a quien se acerca a Ti me llena de confianza y entusiasmo. Quiero cumplir siempre tu voluntad. Haz que esta oración abra mi entendimiento, disponga mi voluntad y avive mi amor, para que nunca me estanque en el conformismo o en la mediocridad.

Petición

Te pedimos Señor que nos dé el alimento, la Eucaristía, , para poder alimentar también nuestro espíritu, y llegar a tener vida en Cristo.

Meditación del Papa Francisco

Y todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, o en el matrimonio. A veces, digo, vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen la jornada sin hacer la paz, cada día. Disculpa y se recomienza. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos?: Permiso, gracias, disculpa, usemos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.
En la vida, la familia experimenta muchos momentos hermosos: el descanso, la comida juntos, el paseo hasta al parque o por los campos, la visita a los abuelos, o a una persona enferma... Pero, si falta el amor, faltará la alegría, faltará la fiesta. Porque el amor nos lo da siempre Jesús: él es la fuente inagotable y se da a nosotros en la Eucaristía. Allí en el sacramento, Jesús nos da su palabra y el pan de la vida, para que nuestra alegría sea completa. (S.S. Francisco, 26 de octubre de 2013). .

Reflexión

Este texto de Juan es sin duda un discurso sobre la Eucaristía. El autor hace un paragón con el pan que comían los hijos de Israel en el desierto, cuando salieron de Egipto. El mensaje central es que Jesús es el pan de la vida, para tener la vida eterna debemos comer este pan. Vida y comida son dos cosas que van unidas. Quien cree en Jesús tendrá el pan de la vida y la vida eterna. Este texto refuerza nuestra fe en la eucaristía. Cada vez que nos acercamos a la mesa del Señor, debemos renovar en nosotros mismos la conciencia de recibir el pan que nos da la vida. ¡Con cuánto fervor debemos celebrar o participar en la Eucaristía!

Pero no nos debemos escandalizar si alguna vez parece que nuestra fe no penetra más en el misterio de la Eucaristía. La misma dificultad han tenido aquellos que escucharon el discurso de Jesús en Cafarnaúm. Si nuestra fe parece débil, no debemos desesperar o desanimarnos; más bien debemos repetir como San Pedro: ¿Señor, a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído que Tú eres el Hijo de Dios (Jn 6, 68-69)

Diálogo con Cristo 

Jesús, me doy cuenta que el ideal de cumplir siempre tu voluntad es costoso. El orgullo, la pereza espiritual o el miedo son obstáculos que necesito vencer, pero frecuentemente olvido que sólo tu gracia podrá lograr esa transformación de mi egoísmo y soberbia en amor a Ti y a los demás. Nunca permitas que me aparte de la fuente de esa gracia: tu Eucaristía.

Propósito

Para que recibir la Eucaristía nunca se convierta en un acto rutinario, hoy (y siempre) me prepararé lo mejor posible para recibirla y agradeceré a Dios su infinito amor.